Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) ha puesto en circulación hoy el primero de los 24 nuevos trenes de la serie 8000 que irán sustituyendo a los antiguos de la serie 4000 en la línea 1 del metro. Estos trenes forman parte de un pedido de 50 unidades, con un coste de 318,85 millones de euros, que permitirá eliminar todo el amianto de los vehículos del metro y avanzar en la transición ecológica.
Los nuevos trenes, construidos por Alstom, son más ligeros, consumen menos energía, tienen más fiabilidad técnica y facilidad de mantenimiento. Además, al igual que los trenes de la serie 7000, incorporan mejoras en la accesibilidad, como puertas y pasillos más anchos, espacios sensorizados para personas con movilidad reducida y puertas con apertura automática. Todas las mejoras de accesibilidad se han desarrollado con la colaboración de la Fundación ONCE, como detallamos en el número 2 de Trenvista.
También cuentan con nuevos sistemas de información, cámaras de videovigilancia en tiempo real, bajo nivel de ruido y puertos USB para la carga de dispositivos móviles.
La presidenta de TMB, Laia Bonet, ha destacado que estos trenes “se suman a la apuesta iniciada con la incorporación de los 7000, mejorando el servicio y ofreciendo más comodidad y accesibilidad, para seguir avanzando hacia una movilidad más sostenible con un bajo consumo energético”. Bonet ha pedido también a las empresas eléctricas que “arrimen el hombro” y contribuyan a aliviar la factura de la luz de los consumidores.
Los nuevos trenes han obtenido la Declaración Ambiental de Producto (DAP), que describe el comportamiento ambiental de un producto a lo largo de su ciclo de vida. Esta declaración permitirá a TMB seguir mejorando su rendimiento ambiental y establecer criterios de compra verde relevantes en los documentos de licitación.
La inversión de estos nuevos trenes se ha realizado a través del contrato programa de TMB con el consorcio de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) y ha contado con el financiamiento del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Algunos de los trenes también han recibido ayudas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea, a través de la Generalitat de Cataluña.