OPINIÓN.- Esta semana publicábamos la ansiada noticia de que, por fin, en el transporte interurbano, más gente viaja en tren de larga distancia que en avión. Sin lugar a dudas, es un dato esperanzador para el ferrocarril, que hace no muchos años no hacía otra cosa sino perder viajeros. Sin embargo, aunque estos datos se refieren a todos los trenes de larga distancia, fueron muchos medios los que hablaron tan sólo del AVE. ¿Es que no hay más trenes en España?
Basta con ver el Telediario de la 1, del jueves 13 en el minuto 0:18 para ver que incluso el que debería ser el medio de referencia se cierra a la alta velocidad.
AVE es casi sinónimo de tren
Es doloroso ver cómo desde hace años parece que el no tener AVE en una ciudad es como no tener tren, estar incomunicados o permanecer en el pleistoceno. Todas las capitales de provincia sueñan con tener su flamante tren aerodinámico que corre demasiado, no importa la excusa que se use ni cuánto cueste la obra y su mantenimiento para el conjunto de los españoles. ¿Nos hemos vuelto locos? Eso parece.
Aunque pueda parecer obvio para muchos y mentira para otros tantos, ¡¡En España hay más trenes que el AVE!! Y no sólo de Cercanías o los casi desconocidos Media Distancia. Antes de que en 1992 se inaugurara la primera línea de alta velocidad, que une Madrid y Sevilla, los españoles se desplazaban en otros tipos de tren. Es cierto que algunos de ellos estaban demasiado anticuados como los Expresos, pero había modernos rápidos y electrotrenes con muy pocos años de servicio.
Los otros trenes
Y hoy en día, aunque nuestros gobernantes parece que intentan hacer que no existen, siguen habiendo trenes de largo recorrido que no son AVE. Mismamente, los amenazados Trenhotel nos siguen permitiendo viajar de noche entre diversos puntos de la península, en España y Portugal.
En nocturnos, también nos sigue quedando un servicio Estrella, en 1992 canon de la modernidad europea; circula entre Madrid y Barcelona y es el único superviviente de una política de espantar viajeros (por retrasos, mal mantenimiento, mala limpieza, falta injustificada de servicios como la cafetería, etc.). Si Renfe no ha reformado sus coches, como ha hecho recientemente con los trenes originales del Madrid-Sevilla (que hoy llegan hasta Toulouse y Lyon) con miras a modernizarlo y ampliar su vida útil, debe ser por falta de interés.
En trenes diurnos, que son contra los que el AVE compite, existen los Alvia que utilizan parcialmente las líneas de alta velocidad ya que son de ancho variable. Los modernizados y descuidados coches Arco, capaces de circular a 200km/h también existen aunque ejemplo de cómo infrautilizar un valioso recurso. Al menos Renfe ha mejorado su política y ahora los emplea, por ejemplo, en el Intercity Madrid-Alcázar-Valencia.
No nos podemos olvidar, por supuesto, del servicio Talgo o Altaria (mismo tipo de tren y mismas prestaciones), ni los recientemente recuperados Intercity que son un híbrido entre media y larga distancia.
Por último, como nombre comercial también hay que mencionar al Arco, que circula por el corredor mediterráneo. Tampoco es AVE, aunque va a una velocidad de 200km/h. Y, junto al resto de trenes de larga distancia, ha sido responsable de que el ferrocarril interurbano haya tenido más viajeros que el avión.