Los Comités Generales de Empresa de Renfe y Adif han convocado cinco jornadas de paros de 24 horas durante los meses de noviembre y diciembre como protesta por la privatización parcial de Renfe Mercancías y el traspaso de Rodalies a Cataluña acordado por el PSOE y ERC.
Las jornadas de huelga, tras consensuar las fechas, tendrán lugar los días 24 y 30 de noviembre así como el 1, 4 y 5 de diciembre. Coincidiendo con la puesta en marcha de la variante de Pajares y la víspera del Puente de la Constitución.
Las centrales sindicales de los dos Comités de Empresa (UGT, CCOO, CGT y SF más SEMAF en el caso del grupo Renfe y SCF en el caso de Adif) han acordado por unanimidad llevar a cabo movilizaciones en contra de la segregación que viene derivada del acuerdo entre PSOE y ERC, y frente a la privatización encubierta de la sociedad Renfe Mercancías.
Fuentes de SEMAF indican a Trenvista que en ambos procesos se ha roto la confianza en el MITMA, ya que no se ha contado con los agentes sociales cuando hay acuerdos que obligan a negociar con los sindicatos aquellos procesos en los que hay transferencia de cualquier tipo de recursos.
Además, con estos paros buscan defender los derechos laborales de las plantillas de ambas empresas, que se ven amenazados ante la segregación del operador público estatal y de una parte de la RFIG (Red Ferroviaria de Interés General).
Contra la privatización parcial de Renfe Mercancías
Por un lado, Renfe está negociando con Medlog para privatizar de manera parcial la filial de mercancías. El objetivo sería crear un operador en conjunto que asuma gran parte del negocio de Renfe Mercancías, una operación con la que el MITMA busca garantizar la viabilidad de la empresa, aludiendo que no es sostenible económicamente.
Aunque el presidente del grupo Renfe, Raül Blanco, se ha comprometido a mantener las condiciones laborales de la plantilla y permitir su reincorporación al grupo Renfe, por parte de SEMAF y de otros sindicatos hay desconfianza en el cumplimiento de este compromiso.
Además, desde SEMAF denuncian que en un principio el proceso se vendió como una fórmula para que un socio aportara a Renfe Mercancías recursos de los que carecía como el transporte de última milla. Y que finalmente incluye el traspaso de recursos materiales y humanos a una entidad de capital privado.
Los sindicatos defienden la continuidad de Renfe Mercancías en solitario, exigiendo a la clase política una fuerte apuesta real por el crecimiento de la empresa pública. Una apuesta que se daría en un escenario en el que se está impulsando el transporte ferroviario de mercancías en la Unión Europea con, entre otras medidas, un programa de ecoincentivos que podría contribuir a la sostenibilidad económica del operador.
Contra el traspaso de Rodalies a Cataluña
Por otro lado, el PSOE ha pactado con ERC el traspaso de Rodalies a Cataluña en su acuerdo de investidura, incluyendo al menos la infraestructura de la línea del Maresme de la R1, la línea Papiol – Vic – Puigcerdà de la R3 y la línea Sant Vicenç de Calders Barcelona de la R2.
Este traspaso supondría la subrogación de aproximadamente 5.000 trabajadores de Renfe y Adif a la nueva sociedad Rodalies de Catalunya, dependiente del gobierno autonómico. Aunque el acuerdo contempla el mantenimiento de los derechos laborales y un convenio que permita la movilidad laboral entre Renfe y la nueva empresa, los sindicatos también desconfían del cumplimiento de este acuerdo.
Además, se muestran en contra de sacar de la RFIG la infraestructura mencionada y temen las condiciones de seguridad en las que se exploten estas líneas.
Por otro lado, SEMAF defiende que un cambio de titularidad no significa una mejora inmediata y denuncia que, teniendo las competencias, el gobierno catalán no ha sabido combatir los sabotajes y actos vandálicos que son la causa de una gran parte de las incidencias.