California lleva años proyectando un tren de alta velocidad que no termina de salir. El tren, que uniría las ciudades de San Francisco y Los Ángeles, ha encontrado infinidad de problemas desde que fuese proyectado pero parece avanzar gracias a la industria contaminante.
El tren de alta velocidad de California ve la luz al final del túnel
Tras muchas dificultades para encontrar fondos, el presupuesto estatal de California les dota de unos 68.000 millones de dólares para sacar adelante el proyecto. Esto supone un avance, pero la Autoridad del Ferrocarril de Alta Velocidad de California (CHSRA) aún necesita encontrar más vías de financiación.
Con un presupuesto estimado inicialmente fijado en 250.000 millones de dólares, el tren bala de California uniría San Francisco con Los Ángeles en menos de dos horas y media.
El problema es que desde que se aprobase su plan de implantación en agosto de 2005, el proyecto del tren bala se ha encontrado con numerosas dificultades que han hecho a la CHSRA tener que buscar fuentes de financiación alternativas.
Por eso aunque esta decisión del Estado de California supone un apoyo importante al proyecto del tren bala, lo cierto es que aún es una infraestructura en ciernes. Se baraja 2027 como año de puesta en servicio, pero esta fecha podría ser modificada.
La industria contaminante, inversor involuntario
Los 68 millones que California brinda al proyecto del tren bala provienen de los programas denominados cup-and-trade, que invierten los impuestos especiales de las empresas contaminantes en proyectos sostenibles y ecológicos.
En este caso, los presupuestos fijan que el 25% de estos impuestos serán invertidos en el Tren de Alta Velociad, lo que supone unos ingresos de unos 3.000-5.000 millones de dólares al año.
Fuentes: El País y Railway Gazette