- Los terrenos del TCR de Valladolid se destinarán a la contrucción de viviendas y espacios comerciales.
- Algunas edificaciones se conservarán debido a su valor patrimonial.
- Muchos otros proyectos del Plan Rogers siguen paralizados.
Finalmente, el proyecto de demolición del antiguo TCR de Valladolid ve la luz. Se espera que Renfe comience la mudanza al nuevo complejo del Páramo de San Isidro a finales de año y que en 2015 el solar resultante esté listo para su reurbanización.
Los datos de la demolición del TCR de Valladolid
El proyecto de demolición de los antiguos talleres de Renfe en la capital de Castilla y León destinan un total de 2.031.935 euros para afrontar unos derribos de 6,5 hectáreas. En total serán destruidas 26 naves para dejar libre el terreno, aunque algunas edificaciones serán conservadas por considerarse patrimonio (el depósito de locomotoras y la nave Montaje 1, entre otras).
Cuando los trabajos de demolición y descontaminación del suelo finalicen, estos terrenos estarán listos para acoger 2.088 viviendas libres, 576 protegidas y 130.200m2 de superficie comercial.
Los vestigios del Plan Rogers
La demolición del TCR de Valladolid forma parte del proyecto urbanístico de la ciudad, también llamado Plan Rogers. El derribo busca liberar unos terrenos que forman parte del centro de la capital y dedicarlos a otros usos.
Pero este Plan Rogers no ha levantado polémica sólo por esto: en el proyecto original se incluía el soterramiento de la LAV, el diseño de una nueva estación por parte de un arquitecto de renombre (Richard Rogers, que da nombre al plan) y otra serie de prestaciones que a día de hoy están paralizadas.
La crisis provocó un reajuste del presupuesto que han convertido el plan en uno mucho más austero, sin fecha de finalización prevista y también sin la certeza de que todo lo planificado vaya a construirse.
Fuente: El Norte de Castilla