La operadora pública española Renfe ha anunciado que ya ha realizado la adquisición del 50% de la operadora checa Leo Express. Una operación que se había aprobado el pasado mes de marzo pero que no se ha ejecutado hasta agosto.
Renfe llega a Alemania y Europa del Este
Tras la adquisición, que se ha hecho mediante una ampliación de capital, Renfe se convierte en la principal accionista de la operadora hasta ahora 100% privada.
Con esta operación, que cuenta con el visto bueno de Hacienda y cuyo importe se desconoce, Renfe refuerza su internacionalización. Una transformación que el resto de operadoras europeas también están haciendo debido a la liberalización del transporte de viajeros.
En la actualidad Leo Express opera servicios diurnos y nocturnos entre Praga y Košice (Eslovaquia), servicios diurnos entre Praga y Cracovia (Polonia) y trenes regionales OSP que unen Praga con Mlýnický Dvůr y Praga con Breslavia (Polonia).
Además, desde 2017 opera un tren de Flixtrain entre Berlín y Stuttgart en Alemania. Lo que supone el desembarco de Renfe en el país germano, en el segmento del bajo coste.
El potencial de Leo Express
Aunque Leo Express estaba pasando por una época de problemas financieros que la llevó a buscar un nuevo socio inversor, Renfe considera que su potencial es muy elevado.
Gracias a la experiencia que aporta Renfe, necesaria en algunos concursos, Leo Express tiene más fácil ganar contratos para trenes OSP en Alemania, Chequia y Polonia. Contratos que aumentarían la presencia de Renfe en estos países y darían ingresos extra a la operadora española.
Además la operadora queda más preparada para participar en los proyectos de alta velocidad que están desarrollando Chequia, Eslovaquia y Polonia. Países en los que las infraestructuras ferroviarias tienen mucho potencial de crecimiento según Renfe.
Por último Renfe espera que esta operación beneficie a la industria ferroviaria española gracias al efecto arrastre.