El ministro delegado de Transportes del Gobierno de Francia, Clément Beaune, se ha comprometido con el Gobierno de España a que Renfe pueda operar entre Lyon y París antes de que acabe el año.
Así lo ha informado el Ministerio de Transportes tras la reunión bilateral de Beaune con la ministra Raquel Sánchez y la SETMA Isabel Pardo de Vera, celebrada ayer durante la XXVII Cumbre Hispano-Francesa. Una reunión en la que el político francés también ha manifestado su compromiso con terminar las nuevas líneas de alta velocidad internacionales en 2030.
En la actualidad, Renfe se está preparando para reanudar los trenes internacionales Madrid-Marsella y Barcelona-Lyon. Servicios que antes de verano va a operar en solitario como AVE, tras el final del acuerdo Renfe-SNCF en cooperación materializado a través de la empresa conjunta Elipsos. Esta semana han comenzado las pruebas en ambas líneas, para las que se están habilitando a los maquinistas necesarios.
Sin embargo, Renfe lleva años aspirando a llegar hasta París con su propio material móvil. Una tarea que, según ha denunciado la operadora, se ha encontrado con muchas trabas por parte de las autoridades francesas.
Para competir con SNCF en los trayectos que antes prestaban en conjunto con los trenes de la serie 100, la ERA (Agencia Ferroviaria de la Unión Europea) ha concedido el Certificado de Seguridad para operar tan sólo entre Perpiñán y Lyon además de entre Perpiñán y Marsella.
Renfe reclama que la Agencia de Seguridad Francesa (EPSF) le otorgue un Certificado de Seguridad Único que le permita operar en toda la red gala, como el que dispone SNCF Voyageurs en España a través de su filial Ouigo España.
Esta demanda, que busca la reciprocidad a la hora de aplicar la liberalización del transporte de viajeros por ferrocarril en ambos países, podría verse satisfecha. O al menos para poder operar entre Lyon y París, para competir con el TGV inOui desde Barcelona y con los trenes de SNCF y Trenitalia France a nivel nacional.
Material móvil para el AVE a París
No obstante, Renfe tiene un problema para llegar a la capital francesa, el material móvil. Por un lado, los trenes de la serie 100 no están homologados para circular por la que fue la primera línea de alta velocidad construida en Europa. Un proceso que según ha denunciado la operadora pública española se ha dificultado por parte de Francia.
Por otro lado, Renfe tiene el objetivo de emplear sus 10 trenes de la serie 106 compatibles con la infraestructura ferroviaria francesa para este recorrido. Sin embargo, aunque en diciembre haya comenzado la homologación en esta red, no se sabe cuándo se conseguirá. Fuentes no oficiales aseguran que podría ser un proceso rápido que dure unos meses.
En la reunión bilateral, Beaune también se ha comprometido a facilitar la homologación del material móvil, lo que podría dar la razón a estas fuentes.
Sin embargo, el Avril de Talgo está inmerso en una gran polémica por la lentitud en su proceso de homologación en España. Y es que el retraso en la puesta en marcha del nuevo tren de Renfe ha llevado a la operadora a anunciar una posible sanción. Multa que Talgo considera injusta ya que achaca el alargamiento del este proceso a Renfe y Adif.
No obstante, esta turbulenta historia podría estar a punto de terminar. Según las últimas informaciones facilitadas por Talgo a Europa Press, la homologación de los 106 podría lograrse en las próximas semanas. Hecho que facilitaría que en este mismo año puedan llevar viajeros entre Barcelona y París.