El Consejo de Administración de Renfe-Operadora ha aprobado una inversión de 3,8 millones de euros para la instalación de dispositivos de grabación de audio y vídeo en las cabinas de sus trenes. Esta iniciativa, ideada para reforzar la seguridad tras el accidente de Santiago, permitirá complementar la información ofrecida por la caja negra.
La instalación del sistema se hará en dos fases; la primera abarcará los 240 trenes cuya velocidad máxima excedan los 160km/h y estará finalizada en mayo. Posteriormente, el sistema se extenderá al resto de vehículos. De cara a garantizar la privacidad, Renfe-Operadora se ha comprometido a acceder a la información grabada tan sólo en caso de accidente.