- En Europa se producen más de 2.000 suicidios en el entorno ferroviario cada año.
- Muy pocos países tienen un plan de prevención nacional contra este tipo de sucesos.
- Network Rail tiene en marcha una campaña en colaboración con una organización benéfica.
La propietaria de la red ferroviaria británica, Network Rail, es una de las que más activamente lucha contra el suicidio en las estaciones y vías a su cargo, con un programa de enfoque múltiple.
Pan de cada día
Por desgracia el suicidio en el entorno ferroviario es un suceso traumático casi cotidiano en todo el mundo, llegando a haber incluso “puntos de suicidio”. Además, es una tendencia creciente: en los últimos 45 años ha aumentado en un 60% y se cree que en 2020 sucederá una vez cada 20 segundos.
Estos datos contrastan con la cifra de países que poseen un plan de prevención nacional: sólo 28. Uno de los más implicados en este aspecto es Reino Unido, que se aplica en la implementación de medidas preventivas que mejoren los datos. Y es que, además de la experiencia traumática para quien es testigo del suceso, los suicidios también causan retrasos en el servicio que, según Network Rail, le cuestan 50 millones de euros al año.
La campaña de Network Rail
Según los estudios, las únicas medidas que han demostrado eficacia en la disminución de suicidios en el entorno ferroviario son la instalación de barreras físicas. Un claro ejemplo de ello es Hong Kong, donde, tras la instalación de mamparas de andén, la tasa de suicidios disminuyó en un 60%.
Sin embargo, es una solución que, además de cara, resulta inefectiva fuera de las estaciones o en redes que ocupan espacios grandes. En esos casos, deben incluirse otras medidas de prevención.
Network Rail, en colaboración con una asociación benéfica, lanzó en 2010 una campaña antisuicidios basada en la formación del personal y la concienciación popular. Carteles que piden avisar en caso de ver un comportamiento extraño y cursos a los trabajadores para lidiar con personas que intentan suicidarse son la base de la campaña, pero también se incluyen otras como la creación de un gabinete de asistencia psicológica e incluso medidas experimentales, como el uso de luces azules que parecen “calmar” a los viajeros.
Sin embargo, no todo son buenas noticias: a pesar de que la campaña ha aumentado la sensibilidad y el conocimiento de la población, no ha logrado reducir la cifra de suicidios.
Fuente: Railway Technology.