Aunque aún falta casi un mes para que termine el plazo para solicitar participar en el proceso; ya son más de 30 las empresas que se han interesado por ser socias estratégicas de Renfe Mercancías. Así lo ha anunciado Joaquín del Moral, director general de la filial del Grupo Renfe.
Si bien no ha indicado ningún nombre concreto, sí que ha mencionado que destacan las manifestaciones de interés de tres operadores ferroviarios públicos europeos, tres grandes navieras y una importante empresa del sector de la logística. Entre estas empresas podrían estar SNCF, Trenitalia y Deutsche Bahn, entidad que ha mostrado interés por Renfe Mercancías y con la que ya ha habido negociaciones. Además, ya es propietaria de una operadora junto con Renfe, Transfesa.
Tal y como contamos el 18 de abril, el plazo para mostrar interés en asociarse con Renfe Mercancías terminará el 1 de julio. Será a finales de ese mes cuando se presentará al Consejo de Administración las propuestas seleccionadas para continuar el proceso.
El plan de la operadora pública es iniciar en septiembre las negociaciones formales con estas empresas seleccionadas. Estas negociaciones permitirán elaborar unos pliegos definitivos que permitan elegir la propuesta ganadora antes de julio de 2023. Con la meta de que a finales de año la nueva sociedad ya esté constituida.
En el caso de que se elija a más de una empresa, se podría crear más de una empresa. En la que ambos socios tendrán un 50% del capital y carácter de permanencia.
Renfe Mercancías mantendrá los transportes sensibles
Una de las novedades en este proceso es que Renfe Mercancías va a mantener determinados transportes considerados sensibles. Como es el caso de los trenes militares o de transporte de gas. Unos tráficos que según la empresa suponen un tercio del negocio.
Con este proceso de encontrar un socio industrial la operadora quiere impulsar el transporte de mercancías, potenciar la multimodalidad y aumentar su presencia en el resto de Europa.
Aunque el 50% de la nueva filial (o nuevas filiales) será propiedad de una empresa pública, la nueva operadora funcionará como una empresa privada. De forma similar a Captrain (propiedad de SNCF), DB Cargo France (antigua Euro Cargo Rail) o la propia Transfesa, que no deja de ser una empresa de capital 100% público.
A nivel de gestión empresarial esto otorgará a la nueva operadora mayor flexibilidad en la gestión. Al no estar sometida a la Ley de Contratación del Sector Público se ahorrarán los dilatados plazos de las licitaciones y podrá gestionar al personal con mayor eficacia.
En la otra cara de la moneda está que este modelo de gestión podría empeorar las condiciones laborales.