La Fundación FS, del holding ferroviario público italiano que controla las infraestructuras ferroviarias y a la operadora Trenitalia, ha iniciado un ambicioso proyecto para restaurar uno de los trenes más icónicos de la historia italiana: el único superviviente de la serie ETR 300, “Il Settebello”.
Volverá a funcionar igual que en los años 50
Como es habitual por parte de esta Fundación, la restauración del vehículo será estética y funcional. Con el objetivo de que quede exactamente igual que cuando se estrenó en 1952.
Se recuperarán todos los elementos del interior, el exterior lucirá el mismo esquema de pintura y el tren podrá circular a una velocidad máxima de 160 km/h. Eso sí, con los más modernos estándares de seguridad sin perjudicar al rigor histórico del vehículo.
La restauración durará 2 años y será realizada por la OMS (Officina Metalmeccanica Specializzata) en Porrena, a unos 50 km de Florencia.
El presupuesto es de 13 millones de euros, de los cuales 4 millones han salido del Ministerio de Patrimonio y Actividades Culturales y Turismo, mientras que los 9 millones restantes han sido puestos por la propia Fundación FS.
Precisamente hasta estos talleres de Porrena llegó la semana pasada desde los talleres de Trenitalia en Voghera, en donde se encontraba apartado. La tracción corrió a cargo de la también histórica E656 023.
Cuando en 2022 esté completada la restauración, el ETR 302 se encargará de hacer servicios turísticos por las rutas más pintorescas por todo el país, desde Trieste hasta Calabria.
Se convertirá en el tren histórico “de bandera” de la Fundación FS, que ya dispone de varios vehículos históricos en circulación. De hecho, convivirá con su “hermano pequeño”, el ETR 252 de similares características pero con sólo 4 coches.
La historia de los ETR 300 “Settebello”
Cuando se estrenaron en 1952, los Settebello fueron un símbolo del renacimiento de la industria italiana y del crecimiento económico que experimentó el país después de la Segunda Guerra Mundial.
Se construyeron para recuperar y potenciar los servicios ferroviarios de alta velocidad previos a la contienda. Tan solo se construyeron 3 unidades, suficientes para transformar la serie en un tren icónico.
Su diseño, su lujoso interior y su composición de 7 coches hicieron que recibiera su apodo que en español se traduciría como Sietebello.
Retirados del servicio en 1992, 6 años después las unidades 301 y 303 fueron desguazadas para evitar problemas con el amianto que tenían en su interior. Sin embargo el 302 se mantuvo apartado a la espera de una oportunidad que, por fin, le ha llegado.
Fuentes: Fondazione FS y Ferrovie.it
Muy bonito aunque las cortinas del conductor, en fin :- 1