Después de un empeoramiento del servicio y de que el Gobierno anunciara el fin de la concesión en enero, el Departamento de Transportes ha nacionalizado el 1 de marzo la franquicia Northern, que estaba en manos de Arriva (filial de la DB). Por lo que Nothern Trains, como se llama ahora, se convierte en el segundo operador británico que está actualmente en manos públicas.
Quejas de retrasos y empeoramiento del servicio
La franquicia, que es la más grande por número de estaciones y de servicios, comenzó a ser explotada por Arriva en abril de 2016.
Desde entonces las quejas no han dejado de crecer debido al empeoramiento de la atención a los viajeros, problemas de puntualidad, huelgas y retrasos en la puesta en marcha del nuevo material móvil.
Además, un cambio de horarios realizado en 2018 resultó ser caótico y causó muchos problemas para los viajeros. Si bien Arriva se defiende culpando a la infraestructura, lo cierto es que la operadora anterior Northern Rail (de Serco-Abellio) funcionaba bien. Y consiguió aumentar el numero de viajeros de 73 millones hasta los 97 millones anuales.
El Gobierno promete mejoras inmediatas en Northern
Una vez en manos públicas, el Departamento de Transportes ha anunciado una serie de medidas a adoptar en el corto plazo para mejorar el servicio.
Entre ellas está el traer trenes eléctricos desde otra parte del Reino Unido que puedan suplir a los que aún no han podido entrar en servicio, alargar los andenes de algunas de las 476 estaciones que gestiona y realizar una limpieza profunda del parque móvil actual.
Además, en estos primeros 100 días de explotación, se hará un análisis detallado sobre la operadora y se negociará con Network Rail, la empresa titular de las vías y que también es pública, la mejora de la infraestructura.
Nuevos trenes de CAF pendientes de entrar en servicio
En enero de 2016 Northern Rail, por entonces la titular de la franquicia, encargó 101 trenes nuevos a CAF, tratándose del mayor pedido de la familia Civity realizado hasta el momento.
De esos 101 trenes, 43 son eléctricos (31 unidades de 3 coches y 12 de 4 coches) de la serie 331 y los 55 restantes diésel (25 composiciones de 2 coches y 33 de 3), de la serie 195.
Después de una fase de pruebas y homologación por vías tanto españolas como británicas, las primeras unidades entraron en servicio el pasado 1 de julio de 2019. Meses después de lo previsto inicialmente.
Segunda franquicia en manos públicas, junto a LNER
No es la primera vez que el Gobierno británico cancela una franquicia antes de lo previsto y asume su gestión directa. Son varios los operadores que han incumplido con lo prometido o que han sido económicamente insostenibles y han acabado perdiendo el contrato.
El último caso fue Virgin East Coast, que en junio de 2018 se quedó sin su franquicia. En su lugar, la East Coast Main Line comenzó a ser operada por la nueva LNER, propiedad del Departamento de Transportes.
Si bien la idea inicial del gobierno era volver a privatizarla, en 2019 se amplió la concesión pública hasta 2025. Además, el gobierno está estudiando nacionalizar las franquicias South Western y TransPennine Express. A pesar de que el partido gobernante fue el precursor y es el gran defensor de la privatización de los ferrocarriles británicos.
Fuentes: Rail Color News, BBC, International Rail Journey, The Guardian y Parlamientary Review.