Hoy circula el último tren con material convencional de Renfe

Después de 79 años en uso (desde la creación de la empresa), hoy desaparece un concepto de tren para el transporte de viajeros de Renfe. Se trata del concepto más clásico, a la par que el más querido por los aficionados. El del material convencional. Es decir, una locomotora remolcando coches de viajeros individuales.

Ha sido, tal y como anunciamos el viernes, en el Intercity Camino de Santiago. El último servicio de Renfe que mantenía activos los coches de la serie 2000 (conocidos como Arco por el servicio para el que fueron creados), ha empezado a usar desde ayer material Talgo IV en su lugar. El motivo, según Renfe, es la presencia de amianto en los coches y la antigüedad de los mismos.

Un corte de línea ha alargado un día más su servicio

El plan que tenía Renfe era que el domingo 1 de marzo circulara el último tren con material convencional desde País Vasco hasta Galicia, composición que regresaría ayer 2 de marzo prestando servicio a Bilbao y Hendaya. Mientras que el inverso se prestaría ya con material Talgo.

Sin embargo, un enganchón de catenaria entre León y Ponferrada durante la madrugada del domingo al lunes, ha interrumpido la línea entre ambas estaciones. Y el Intercity Camino de Santiago ha circulado con material convencional sólo hasta la capital berciana.

Desde ahí hasta León fueron transportados en autobús para después, según ha informado Renfe, reanudar el viaje hacia el País Vasco a bordo de un Talgo.

Para llevar los coches Arco de regreso al País Vasco, Renfe ha optado por hacer el servicio desde Galicia con los coches que ayer no pudieron pasar de Ponferrada y que, hoy sí, tendrán el honor de ser el último servicio comercial de Renfe con material convencional.

Un largo declive que culmina hoy

La desaparición de los trenes con material convencional ha sido una realidad del ferrocarril español durante las últimas décadas. Desde la entrada en servicio de los Estrella en los años 80, la tendencia ha sido sustituir estos trenes por material autopropulsado, trenes de alta velocidad o composiciones Talgo.

El declive comenzó en la segunda mitad de los 90. A la vez que se reformaban algunos coches 10.000 para transformarlos en 2.000 y cumplir con los más altos estándares del transporte por ferrocarril en Europa, comenzaba el desguace de cientos y cientos de coches de viajeros. Algunos con varias décadas a sus espaldas, pero otros con sólo 15 años de servicio.

Según Ferropedia, en 1995 había 1.203 coches de viajeros en servicio. Mientras que al año 2000 sólo llegaron 468 a pesar del buen estado de la mayoría de ellos.

Paulatinamente los recorridos que empleaban estos trenes fueron sustituyéndolos por otros, generalmente composiciones Talgo. Destacando el caso del Diurno Miguel de Unamuno, que en el año 2001 pasó de usar coches fabricados en los años 80 a emplear remolques Talgo III de 1964.

El servicio Estrella, trenes nocturnos prestados con coches convencionales, desapareció en abril de 2015. El último superviviente era el Costa Brava, que iba de Madrid a Barcelona y Cerbère.

Desde entonces, sólo quedaba con material convencional el Arco (luego Intercity) Camino de Santiago hasta que hoy se ha convertido en el encargado de cerrar un capítulo que, aunque sabíamos que iba a acabar, hasta hace unos días no tenía fecha.

Sólo quedan trenes Talgo como material remolcado

Desde ahora los únicos trenes de viajeros remolcados son las composiciones Talgo (casi todos Pendulares de las series IV, V y VI).

Si bien la tendencia es que también sean sustituidos por material autopropulsado o trenes de alta velocidad, de momento son varios los servicios Intercity, Talgo y Altaria que emplean material remolcado.

Que en un futuro volvamos a ver en España trenes de material convencional aparte de los históricos y turísticos dependerá de la política que sigan las operadoras que pronto podrán competir con Renfe.

Fuentes: Renfe, Europa Press y Ferropedia.