Doce años después de su cierre por motivos de seguridad y como punto final de un profundo proceso de modernización que se ha prolongado durante 2 años, el pasado 2 de mayo se ha reabierto al servicio el tramo Covilhã-Guarda de la línea de la Beira Baixa.
Reforma integral con electrificación
Las obras, con un coste total de 77,5 millones de euros, han supuesto la reconstrucción completa de la infraestructura, la sustitución de 6 grandes puentes por otros metálicos, de nueva construcción, la rehabilitación de todas las dependencias de servicio de viajeros y la electrificación a 2×25 kV 50 Hz.
Para garantizar la seguridad en la circulación junto al sistema Convel se ha instalado el sistema de comunicaciones GSM-R y se ha dejado preparada la instalación del ETCS con el que el tramo quedará dotado de ERTMS para ser 100% interoperable.
Además, aparte de los cambios en los enclavamientos de Covilhã y Guarda para la adaptación al nuevo modelo de explotación, se ha instalado en a linea un sistema de bloqueo del tipo PIPC-G3 de Thales complementado por un CTC.
Debido a la pandemia el control del tráfico se hace por ahora desde puestos de mando más cercanos, pero el objetivo es que cuando la situación sanitaria lo permita todo pase a estar controlado desde el CCO de Infraestructuras de Portugal en Braço de Prata, Lisboa.
En obras desde 2009
La primera intervención en la línea comenzó tras el cierre de la línea en la zona de Belmonte. El lugar donde la infraestructura estaba en peores condiciones. A pesar de que se renovaron algunos tramos de vía, la crisis de inicio de la década anterior forzó que se suspendieran.
Además de las obras de renovación integral de la vía en 38 km de los 46,4 km de este tramo, se ha construido un nuevo bypass con 1500 m de extensión. Gracias a él las líneas de la Beira Alta y la Beira Baja han quedado conectadas sin necesidad de invertir la marcha en Guarda. Para ejecutarla se ha construido un nuevo puente sobre el rio Diz.
Recorrido alternativo a la Línea de la Beira Alta
Después de la electrificación del último tramo de la línea del Miño, inaugurada hace dos semanas, la vuelta al servicio de la Línea de la Beira Baixa es todo un hito en el ferrocarril portugués. Y es que por primera vez se ha reabierto una línea ferroviaria.
Gracias a esto se ha recuperado un recorrido alternativo de 240,3 km entre Entroncamento y Guarda. Esencial para poder acometer las obras de reforma de la línea de la Beira Alta (Pampilhosa-Vilar Formoso), que va a estar cortada al tráfico a partir de diciembre según las previsiones actuales.
Por lo tanto los trenes internacionales que irán hacia España circularán por esta línea, ahorrando 39 kilómetros de recorrido. Sin embargo es menos adecuada para los trenes de mercancías debido a su largas rampas que llegan a las 21 milésimas y a la distancia entre estaciones. No obstante durante el periodo de pruebas ha circulado con éxito un tren de 500 metros y 1.070 toneladas de Takargo.
Nuevos Intercidades Lisboa-Oporto por la Beira Baixa
Con respecto a los servicios, el tramo reabierto cuenta, por sentido y día, con 3 Intercidades y 3 trenes Regionales. Dos de estos últimos se prestan con locomotora 5600 y coches Intercidades. Además, para fomentar la demanda, todos los trenes tienen el precio correspondiente al de un regional y durante los primeros dos años los trenes tendrán parada en todas las estaciones del recorrido.
Sin embargo, la sorpresa de la inauguración en la que ha estado presente, entre otros, el ministro de Infraestructuras, Pedro Nuno Santos (indudablemente aficionado del ferrocarril) y el presidente de CP, Nuno Freitas, ha sido el anuncio de un futuro Intercidades. Unirá Lisboa y Oporto por Castelo Branco y Guarda con locomotoras 2600 y los coches Arco comprados a Renfe.