El consejero de Vertebración del Territorio del Gobierno de Aragón, José Luis Soro, ha presentado el acuerdo firmado entre instituciones españolas y francesas para que Canfranc retome el tráfico ferroviario internacional en 2025.
En ancho internacional y para trenes de 450 metros
El acuerdo, adoptado como una “hipótesis de convergencia”, prevé que el tramo Oloron-Canfranc pueda estar abierto en 2025 y la línea entre Zaragoza y la frontera reconvertida a ancho internacional (1.435 mm en lugar de los 1.668 mm actuales) para garantizar que los trenes puedan llegar sin cambiar su ancho de vía desde Francia hasta la capital aragonesa. Además, el Ministerio de Transportes ha encargado un estudio informativo para la conexión de la línea con el centro logístico de Zaragoza Plaza.
Reabrirá con ERTMS nivel 1 en todo el recorrido y con los túneles adaptados al gálibo GB (altura de 4,32 metros) para ser compatibles con una electrificación a 25 kV que llegaría en 2040.
La línea tiene que permitir la circulación de trenes de mercancías de hasta 450 metros, con un peso máximo por eje de 22,5 toneladas, lo que obligará a prolongar las vías de apartado en Plasencia del Monte, Santa María y la Peña, Caldearenas–Aquilué y Sabiñánigo para permitir hacer cruces.
Por el lado francés también será necesario adaptar las vías para esta longitud de trenes. En concreto en las estaciones de Pau, Bedous y Oloron.
Según el acuerdo, estas obras culminarían en 2030, por lo que durante los primeros 5 años de servicio los trenes de mercancías deberán tener una longitud máxima de 300 metros.
Por su parte, los trenes de viajeros tendrán una longitud máxima de 160 metros (equivalente a una doble composición de 440) y, conforme al estudio, en Francia pararían en Oloron, Bedous y Pau, aunque la estación de Buzy-en-Béarn deberá estar preparada para el cruce de trenes de viajeros.
Si bien el plan es que el trazado se electrifique de aquí a 2040, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció la semana pasada que el servicio de viajeros se prestará con trenes cero emisiones que usen la pila de hidrógeno.
Pendiente de financiación
El acuerdo ha sido firmado por los Ministerios de Transporte de Francia y España, la región de Nueva Aquitania, la Comunidad Autónoma de Aragón, ADIF y SNCF Reséau.
Que este acuerdo evolucione en unas obras que nos permitan celebrar la reapertura tras 45 años sin servicio dependerá de la financiación que deberá llegar a través de los fondos Conectar Europa. De los que hasta la fecha han salido 17,4 millones para realizar los estudios que han permitido llegar al punto actual.
No obstante, Soro se siente optimista ya que este proyecto está alineado con los objetivos que persigue la Unión Europea, sobre todo en cuanto a descarbonización del transporte e interoperabilidad.
Aún así los plazos dependerán de otros factores como el desarrollo y ejecución del proyecto, en especial por parte de Francia ya que es necesario reabrir un ferrocarril que lleva 4 décadas cerrado y transcurre por una orografía bastante compleja.
Por su parte, Crefco, la plataforma que desde 1993 lucha por la reapertura del tráfico internacional de Canfranc, también se muestra optimista con este acuerdo. Aunque teme que la lentitud en disponer los apartaderos de 450 metros haga inviable la línea debido a la baja rentabilidad de los trenes más cortos.