- La Generalitat consigue los 185 millones necesarios para continuar las obras.
- Las primeras pruebas de línea podrían llevarse a cabo en otoño.
- La línea 9, por su parte, sigue sin fecha de finalización.
Finalmente, y tras muchas complicaciones, el tramo de la línea 9 que unirá la Zona Universitaria con El Prat se pondrá en marcha en el primer semestre de 2016, según anunció Artur Mas.
La ansiada conexión de El Prat
Parece que las avanzadas obras que llevarán el metro al aeropuerto de El Prat no van a sufrir las demoras que padecen otros tramos de la línea 9 del metro de la Ciudad Condal. Tras lograr los 185 millones necesarios para concluir la obra, en los próximos meses se finalizará la construcción de la plataforma de vías y se colocarán la catenaria y los sistemas de información.
Si todo sale según lo previsto, las primeras pruebas del tramo se realizarán el próximo otoño, y la esperada conexión de El Prat estará lista para el primer trimestre de 2016.
El tramo a inaugurar será de 20,7km (similar a la línea 1 completa, la que hasta ahora es la más larga de Barcelona) dividido en 15 estaciones (más 3 que se abrirán al público más tarde). La Generalitat prevé que este recorrido de 30 minutos dé servicio a unos 23 millones de viajeros al año.
La interminable línea 9
En 2002 la Generalitat comenzó las obras de lo que sería la obra más cara y ambiciosa de la Administración. Doce años después, sólo 11km y 12 estaciones están en servicio (de los 50km y 54 estaciones totales de la línea).
También en estos años el presupuesto ha ido aumentando sin control, por lo que numerosas obras han tenido que paralizarse debido a la falta de financiación.
De hecho, la línea 9 no tiene fecha de finalización, ya que la mayor parte del tramo central está paralizada sin fecha para reemprender las obras.
Mientras tanto, los trenes que se compraron para esta línea (la más larga de Europa y la primera en Barcelona que funciona sin conductor) han tenido que ser adaptados para ir circulando por las líneas 2 y 4 de la red.
En cualquier caso, se trata de una noticia positiva para el metro de Barcelona, que gracias a la rebaja de las empresas y a los préstamos bancarios, ha podido mantener al menos los plazos de construcción de esta conexión vital para la ciudad.
Fuentes: ABC y El País.