- A día de hoy, cargar un teléfono en un enchufe público inglés es un delito.
- El robo de electricidad pública conlleva hasta 5 años de cárcel.
- El incidente del London Overground se saldó con una detención fugaz.
Cargar la batería del teléfono en un espacio público puede salir muy caro, y si no, que se lo digan a un londinense que fue detenido por usar un enchufe del London Overground.
Delitos insospechados en el London Overground
Todo sucedió el pasado día diez de julio cuando, viajando entre Hackney y Candem, un usuario del London Overground conectó su cargador a uno de los enchufes del interior del vehículo para recargar la batería de su teléfono móvil.
Poco después un vigilante de seguridad que estaba en el mismo coche de viajeros le acusó de estar robando electricidad pública y, al llegar a la siguiente estación (Caledonian Road), avisó a unos policías que estaban en el andén.
El acusado habría opuesto resistencia a la policía, por lo que fue esposado y llevado a la comisaría de policía. Poco después fue puesto en libertad a la espera de que la fiscalía presente cargos. El propio viajero, que tilda a la policía de ridícula y de tener excesivo celo, subió temporalmente a las redes sociales una foto con su hoja de arresto.
Atención al viajar a Reino Unido
Aunque pueda resultar una noticia llamativa, sobre todo ahora que todos aprovechamos cualquier enchufe para cargar nuestros teléfonos y dispositivos móviles, lo cierto en Gran Bretaña se considera robo de electricidad pública (según la vigente Ley Británica del Robo de 1968), y está penado con hasta 5 años de prisión.
Por su parte, desde London Overground recuerdan que los enchufes del tren son para el uso exclusivo del personal de limpieza.
Fuentes: La voz de Galicia y The Guardian.