- SNCF quiere hacerse con la parte inglesa de Eurostar.
- Bruselas ha aceptado el cambio siempre que no se entorpezca la liberalización.
- Eurostar ha presentado una serie de propuestas que “garantizan” el trato justo a la futura competencia.
La Comisión Europea aprueba la toma de control de Eurostar por parte de la francesa SNCF bajo una serie de condiciones.
Eurostar se acerca a SNCF tras la salida de Reino Unido
Hace unos meses se anunciaba que Reino Unido renunciaba a su parte de Eurostar con intención de venderla al Consorcio Patina Rail y a Hermes. De esta forma ambas empresas privadas compartirían la propiedad de la compañía con SNCF y los ferrocarriles belgas.
Las promesas de SNCF
Ante esto SNCF decidió negociar para comprar la parte inglesa de Eurostar. Sin embargo, la Comisión Europea consideró que tal y como se planteaba, la toma de control podría dificultar el acceso a la red a otras futuras operadoras (no olvidemos que la liberalización del ferrocarril es uno de las prioridades de Bruselas), por lo que no dio el visto bueno.
Para solucionar estos “inconvenientes”, SNCF se ha comprometido a dar una serie de facilidades a los futuros competidores de la infraestructura. Así, todos ellos tendrán acceso “justo y no discriminatorio” a:
- Algunas de las áreas y servicios controlados por Eurostar como las taquillas o los puntos de información al cliente.
- Los centros de mantenimiento de trenes Eurostar situados en Francia, Reino Unido y Bélgica.
- Los horarios: en este aspecto SNCF se ha comprometido a no dificultar la entrada a nuevos operadores acaparando los horarios.
Ante estas propuestas, Bruselas ha aceptado que la compañía francesa tome las riendas del servicio Eurostar.
Fuentes: Railway Gazette y El Economista.