El martes 28 de julio un tren de Renfe Mercancías que circulaba entre Monforte de Lemos y Toral de los Vados descarriló a la altura de la estación de Sobradelo (Orense). Causando la interrupción de la línea León-Monforte de Lemos, que no se ha reabierto hasta hoy 5 de agosto.
Un descarrilamiento bastante aparatoso ya que algunos de los vagones quedaron volcados sobre la ladera que desciende al Río Sil. Y que ha generado una gran polémica por la actuación realizada por Adif para retirar 2 de los 11 vagones que se salieron de la vía: tirarlos al río.
Sólo uno llegó al agua
Tal y como se puede comprobar en este vídeo, grabado por personas desconocidas, los operarios empujaron los vagones del tipo JJ4 al agua usando maquinaria pesada. Con la supervisión, además, de la Guardia Civil.
Uno de los vagones quedó posado por la ladera, sin llegar al agua. Pero el otro sí que acabó parcialmente sumergido. En concreto, uno de los bogies.
Motivo por el que la entidad estatal de la que depende el cuidado del río Sil ha iniciado una investigación que incluye un completo estudio de los daños causados, que incluye un análisis del agua nada más haber caído los vagones.
Adif depurará responsabilidades
La empresa dependiente del Ministerio de Transportes asegura que los vagones no contenían mercancías, por lo que no hay riesgo de contaminación ni de vertido de residuos. Aunque no mencionan si previamente se había retirado la grasa de los bogies con la que se lubrica su rodadura y que podría contaminar las aguas.
En la misma nota informa de que ha abierto una investigación interna para, si hubiera que hacerlo, depurar responsabilidades. Y se compromete tanto a retirar los vagones con la mayor brevedad posible, como a revertir los daños que se hayan podido producir.
El comunicado indica que era preciso apartar de la vía 4 vagones para poder llevar la grúa con la que encarrilarlos. En el comunicado afirman que “un vagón se pudo desplazar correctamente, pero el segundo de los vagones se precipitó ladera abajo“.
Por lo que según las aclaraciones de la empresa, no había intención de echar los vagones en el Río Sil.
La Confederación Hidrográfica estudia multar a Adif
Una versión que contradice a la de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil.
Según el medio La Región, la Confederación Hidrográfica, recibió una llamada en el Centro de Control de la cuenca para solicitar un permiso con el que retirar los vagones a través del río.
La respuesta a Adif fue que sólo autorizaría la maniobra si era la única solución posible y si adoptaba medidas de protección ambiental.
Al rato, sin contar con la autorización pertinente, los vagones fueron empujados hacia el río.
¿Había otras posibilidades?
Lo normal cuando un tren descarrila es llevar un tren-grúa al lugar para volver a poner sus coches o vagones en la vía. Pero si hay que reconstruir la infraestructura, como era el caso, es necesario apartarlos de las vías para repararlas y que así pueda circular dicho tren-grúa.
Sin embargo, la inestabilidad del terreno sobre el que volcaron estos 2 vagones hacía peligrosa esta maniobra. Una peligrosidad que, a tenor de los hechos, empujó a Adif a tomar la decisión de sacarlos a través del río.
Por lo que sí que es posible que fuera la única posibilidad. Lo cual no les exime de la obligación de haber esperado a la autorización.
Si había otra opción o si Adif actuó de forma negligente es algo que determinarán las investigaciones abiertas tanto por la Confederación Hidrográfica como por Adif y el Gobierno de la Xunta de Galicia.