Un tren con 350 viajeros ha descarrilado hoy cerca de Tabas, Irán, causando al menos 17 fallecidos y 50 heridos graves. Si bien se desconoce la causa exacta del accidente ferroviario, las primeras informaciones sostienen que el tren colisionó con una excavadora que había invadido la vía. Este es el cuarto accidente ferroviario del que tenemos constancia en tan sólo una semana.
Según informa el medio árabe Al Jazeera el descarrilamiento se ha producido a primera hora de la mañana a 50 kilómetros de Tabas. En concreto, el accidente se ha producido en la línea que une esta ciudad desértica con la de Yazd, ubicada 600 km al sur de Teherán.
Aunque la principal teoría es que el tren colisionó con una excavadora que había invadido el gálibo, también se sospecha que podría haber chocado contra maquinaria de vía ya que se están haciendo trabajos de reparación de la infraestructura.
Cuatro accidentes ferroviarios en menos de una semana
Este es el cuarto descarrilamiento, tercero con víctimas mortales, del que tenemos constancia en la última semana.
El primero de ellos tuvo lugar en Garmisch-Partenkirchen, Bavaria (Alemania) el viernes 3 de junio a las 13:15. Un regional de dos pisos con destino Múnich descarriló en una curva, volcando varios coches de viajeros. Aunque se desconoce el número exacto de viajeros que llevaba el tren, junto a los 5 fallecidos hubo 44 heridos, de los cuales 15 necesitaron ser atendidos en un hospital.
Ese mismo día un Frecciarossa 1000 que cubría la ruta Turín-Nápoles descarriló en la estación de Prenestina. A pesar de los daños dejados en la vía no hubo que lamentar fallecidos ni heridos.
Sin embargo, al día siguiente, el sábado 4 de junio, un tren de alta velocidad descarriló en las proximidades del Condado de Rongjiang, en el sureste de China. El maquinista falleció en el momento y al menos 8 viajeros resultaron heridos según ha informado el medio oficial chino CCTV. Los otros 136 viajeros que llevaba el tren salieron ilesos según la información publicada.
Pocos días antes, el 31 de mayo, un Alvia que cubría el servicio Bilbao-Madrid descarriló en Artomaña sin dejar víctimas. No obstante, los daños en la vía obligaron a interrumpir el tráfico ferroviario durante más de 24 horas.