Con el Real Decreto-Ley 15/2013, de 13 de diciembre, el Gobierno ha aprobado la segregación de Adif en dos entidades públicas empresariales: Adif y Adif Alta Velocidad. La decisión ha quedado recogida en el BOE del pasado sábado día 14.
Segregación de Adif
El viernes 13 de diciembre, el Gobierno aprobó la segregación de Adif en dos entidades públicas empresariales (Adif y Adif Alta Velocidad) mediante Real Decreto-Ley. Las dos empresas quedarán adscritas al Ministerio de Fomento, pero manteniendo su propio patrimonio y su personalidad jurídica.
Con esta acción, se pretende una adaptación a las modificaciones realizadas por el Sistema Europeo de Cuentas 2010 (SEC 2010) y a sus nuevos criterios contables. También hay intención de racionalizar el sector ferroviario en ámbito nacional y de lograr una mayor estabilidad presupuestaria.
Adif se financiará gracias a ingresos de los operadores, y recibirá además transferencias estatales, por lo que en términos de contabilidad nacional figurará incluida en el sector de las administraciones públicas. Adif Alta Velocidad recibirá ingresos de los operadores ferroviarios y otras fuentes, y deberá asumir la deuda derivada de los bienes patrimoniales transmitidos.
Las funciones asumidas por la nueva Adif Alta Velocidad serán: construcción y administración de una parte de las infraestructuras de alta velocidad, actividades de energía y telecomunicaciones y negocios de estaciones de alta velocidad. Adif seguirá siendo responsable de administrar la red convencional y de ancho métrico, además de otros sectores de negocio, como la comunicación, el patrimonio y las estaciones de la red convencional.
Con este Real Decreto-Ley del 13 de diciembre también se establece el mantenimiento de una estructura organizativa única. El presidente de Adif y el secretario de su Consejo de Administración ejercerán también dichas funciones en Adif Alta Velocidad, con lo que el número total de consejeros seguirá siendo el mismo.
El documento también prevé la posibilidad de encomendar a Adif el desempeño de ciertas tareas para Adif Alta Velocidad –como las funciones corporativas o la gestión de los sistemas de control de la circulación y de la capacidad de las infraestructuras– según convenios que se establecerían oportunamente.
Por otra parte, la segregación de Adif y el nacimiento de Adif Alta Velocidad no provocarán un aumento de dotaciones, retribuciones u otros gastos de personal laboral al servicio del sector público.
Fuente: Vía Libre.
