Julio Gómez-Pomar, Presidente de Renfe Operadora, ha desvelado que de cara a la liberalización Renfe pondrá en alquiler 26 trenes de alta velocidad excedentes que apenas se han usado. Lo hará a través de la nueva filial a la que ha llamado Rosco (en clara referencia al género por el que se denomina a estas empresas en Inglaterra – Rolling stock operating company). Además, mencionó que lo mejor para Integria, el negocio de mantenimiento de trenes, es ponerlo en valor y venderlo; existiendo ya empresas interesadas en adquirirlo.
Trenes AVE poco usados
En total Renfe tiene 26 unidades de alta velocidad que debido a que se trata de material excedente por no estar listas las infraestructuras para las que fueron compradas, se encuentran prácticamente nuevas. Poniéndolas a disposición de los nuevos operadores se permitirá que comiencen a trabajar sin realizar un gran desembolso de dinero pues el precio de alquiler es siempre menor al de compra. Además, ahorrarán en tiempos de espera pues los trenes ya existen y no necesitan ni ser homologados. El valor total de estas 26 ramas supera los 1.000 millones de euros.
Inicialmente, junto a estos trenes, también se ofrecerá un gran número de locomotoras de mercancías ya que debido a la polémica compra de las 100 Traxx de la serie 253 para servicios que no existían, muchas están sin necesidad de ser utilizadas.
Privatización de Renfe Integria
A pesar de que el propio Presidente de la empresa ha defendido en repetidas ocasiones el carácter público de las nuevas filiales, ahora matiza que lo ideal para la división industrial de Renfe es la puesta en valor para su posterior venta. Grandes empresas como Bombardier y Alstom ya se han interesado en esta opción, mediante la que Renfe perdería una de las partes más importantes y que más dinero pueden dar ya que en la actualidad Integria es la mayor entidad apta para mantener trenes, sea cual sea la operadora. Con su venta, el Estado dejará de percibir los más que posibles beneficios generados.
Cambios en Mercancías
Según Gómez-Pomar, lo ideal para esta importante rama es encontrar un socio europeo de referencia, muy probablemente refiriéndose a la alemana Deutsche Bahn. La empresa pública germana ya ha mostrado en diversas ocasiones su interés por participar en Renfe, aunque por el momento no se ha concretado nada de manera pública.
Fuente: El Economista.