- El robo de metal es algo tan habitual en Europa que las empresas afectadas se han unido para pedir acciones a la UE.
- Piden más control, más colaboración internacional y sanciones similares en todos los países.
- Aunque el mundo ferroviario se ve muy afectado por esta lacra, el robo de metal lo padecen también otros sectores.
Llamamiento colectivo a que la Unión Europea luche de manera activa contra el robo de metal que se produce de manera constante en las infraestructuras ferroviarias además de en otros sectores.
El robo de metal, una lacra de muchos
En nuestro país es tan frecuente el robo de metales de la infraestructura ferroviaria (que conlleva, en numerosas ocasiones, paralizaciones del servicio) que, por desgracia, casi no es noticia.
A nivel continental tienen exactamente el mismo problema, por lo que 11 asociaciones ferroviarias, entre las que se encuentran la Comunidad de Ferrocarriles Europeos (CER), la Unión Internacional de Ferrocarriles (UIC) y UITP, han elaborado un informe conjunto en el que piden a la Unión Europea acciones inmediatas.
Lo que se pide a la Unión Europea
Según el documento, la Unión Europea debería trabajar en tres áreas:
- Implementación y refuerzo de requisitos mínimos para la venta de chatarra, incluyendo nuevas normas que obligasen tanto a compradores como a vendedores a estar registrados e identificados.
- Mejora de la colaboración internacional para terminar con el robo de metal transfronterizo.
- Medidas disuasorias como la unificación de sanciones en toda la Unión Europea.
Para las empresas implicadas, el impacto del robo de metal no supone sólo pérdidas económicas, sino también el empeoramiento del servicio. Y es que el impacto en los negocios deriva en un impacto en los consumidores y en la propia sociedad.
Así mismo, advierten de que, si bien el ferrocarril se ve muy afectado por el robo de metal, otras empresas del sector energético o de las telecomunicaciones también sufren esta lacra, creando un serio impacto en la calidad de los servicios.
Fuente: Railway Gazette.
