La operadora pública española ha dado a conocer su nueva estrategia para los servicios de transporte de mercancías, basada en la fragmentación de los servicios en 5 filiales distintas, abiertas a la entrada de capital privado.
Con esta medida, se pretende reducir las abultadas pérdidas de este área de la empresa, que en 2009 fueron de 42,7 millones de euros.
Cada una de las nuevas filiales, que se crearán como sociedades mercantiles, estará especializada en un tipo de carga como, por ejemplo, contenedores, graneles, vehículos, etc. A pesar de que que se permitirá la entrada de capital privado, Renfe pretende quedarse con, al menos, un 51% de las nuevas filiales, de tal manera que nunca pierda el control sobre ellas.