El reemplazo paulatino del material convencional por trenes indeformables parece ser una realidad en toda Europa. Tras el anuncio en 2011 por parte de la Deutsche Bahn de que reemplazará todos sus trenes InterCity y EuroCity por los modernos ICX que ya están en fabricación, es ahora la SNCF la que estudia el posible reemplazo de los Intercités, trenes servidos por material convencional, por la primera generación de ramas de TGV correspondiente a la generación Sud Est.
La SNCF busca ahorrar costes
Según sostiene Guillaume Pépy, presidente de la SNCF, hace falta realizar una inversión de entre dos y tres millones de euros en los coches de viajeros que prestan este servicio durante los próximos 10 años debido a que algunos llegan al fin de su vida útil.
Sin embargo, con el objetivo de ahorrar, la empresa está estudiando reemplazar algunos de estos trenes por ramas TGV Sud Est, las primeras de alta velocidad que compró la empresa y que llevan en servicio desde 1980. Estos trenes, que se encuentran recibiendo actualmente su tercera renovación que implica su cambio de librea exterior por la nueva Carmillon, no requerirían a la SNCF realizar una inversión adicional, a diferencia de los coches de viajeros. Además, permitiría aumentar la velocidad comercial de algunos servicios de 200 km/h hasta 220 km/h en función de la infraestructura.
Si bien aún no se ha confirmado este reemplazo, el Ministerio de Transportes se ha mostrado interesado en esta solución, cuyos estudios de viabilidad técnica se están llevando a cabo. ¿Volverá a apostar Francia por el material convencional o dejará paso a los trenes de alta velocidad?
Fuente: 20 Minutes.