Una sentencia judicial certifica que las fibras de amianto azul que durante dos décadas se utilizaban como aislante en los coches, fueron las responsables del fallecimiento de hasta 54 trabajadores.
Este material, muy utilizado antiguamente por sus propiedades y maleabilidad, provoca severas enfermedades pulmonares -muchas cancerígenas- que suelen derivar en el fallecimiento del afectado. Aunque en España la extracción y uso de este mineral está prohibida desde el año 2001, la fabricante de trenes dejó de utilizarlo en 1988. De hecho, desde entonces, cuando se reforma algún vehículo con amianto presente primero se le elimina utilizando unos trajes especiales que evitan la contaminación del operario y su ropa. Es el caso de los coches derivados de la serie 8000 de Renfe. Estos se fabricaron en la década de los 60 por CAF y cuando a partir de finales de los 80 comenzaron a ser reformados, se les quitó todo el amianto que tenían.
No obstante, los efectos de la contaminación no son inmediatos y la Comisión Europea calcula que de aquí a 2025 hasta medio millón de personas podrían fallecer a causa del amianto en toda la Unión Europea, 56.000 de ellas en España.
La batalla judicial de los enfermos y sus familias, que buscaban un reconocimiento y una correspondiente indemnización pues, al parecer, la empresa relacionaba edad y tabaco con las enfermedades, vio sus primeros frutos con una sentencia favorable en 1997.
Ahora los sindicatos luchan por que las empresas que usaron amianto reconozcan qué trabajadores estuvieron expuestos, se mejoren las políticas de prevención, además de crearse un fondo de compensación semipúblico que alivie los gastos que las familias deben hacer para emprender la vía judicial y obtener su indemnización. Reivindican, además, que sea un tribunal médico el que tome la decisión de si la persona está afectada o no por el amianto.
Fuente: Público.
