Después de un complejo proceso de selección por parte de CP, que a partir de octubre de 2025 recibirá los automotores FLIRT adquiridos anteriormente a Stadler, se aproxima la fecha de adjudicación del contrato para fabricar 117 nuevos trenes autopropulsados para servicios regionales.
Este concurso, licitado en 2021 por 819 millones de euros, se encuentra en su última fase. En la que Alstom, CAF y Stadler pugnan por hacerse con el contrato más jugoso de la historia reciente de Portugal.
Poco a poco se van desvelando las propuestas de cada uno de los fabricantes. Para hacerse con el pedido, están casi obligados a cumplir un requisito cuyo criterio de valoración en los pliegos del concurso es muy importante: la producción de los trenes en solo luso.
El primer fabricante en anunciar su planta portuguesa fue Stadler. Los suizos han suscrito recientemente un acuerdo con el fabricante local de autobuses Salvador Caetano que, en función del resultado del concurso, prevé la construcción de una unidad industrial en Ovar, en la periferia de Oporto.
En el caso de que la firma de origen helvético se adjudicara el pedido, la nueva factoría incluso podría producir los trenes regionales que están en fabricación en la actualidad. Según responsables de las dos compañías, esta aventura conjunta podría ser muy beneficiosa para ambas.
Como respuesta, se ha conocido el 19 de abril una propuesta parecida de Alstom, que pretende instalar junto con la empresa lusa DST na factoría en Matosinhos, en las afueras de Oporto.
Dicha unidad fabril tendría una área de 20.000 m2 en las inmeiaciones de la línea de Leixões, dedicada a la construcción de trenes, a la que se añadiría otra unidad de 10.000 m2 junto a los talleres de CP en Guifões para realizar labores de mantenimiento. La apuesta del fabricante galo es fuerte, prometiendo la creación de 300 empleos directos de los que un 15% estarán reservados a mujeres, jóvenes parados de larga duración o personas con necesidades especiales.
Además, el fabricante defiende que la producción de trenes en Portugal podría crear hasta un máximo de 1.000 puestos de trabajo indirectos. Entre las necesidades que tendría la planta de proveedores locales se encuentra la producción de piezas como estructuras metálicas o interiores de los trenes así como servicios de transporte o vigilancia, entre otros.
Alstom también ha tenido en cuenta el vínculo de la nueva planta con la formación y no se ha olvidado la conexión con el mundo académico. Junto con la Universidad de Oporto, Alstom promete crear un centro educativo para formar a más de 1.500 estudiantes de Formación Profesional y a 200 estudiantes de máster.
Este centro complementaría al Centro de Ingeniera e innovación en la ciudad de Maia (cerca de Matosinhos), inaugurado en 2022.
De los tres rivales por hacerse con este pedido de 117 trenes falta por conocerse la propuesta de CAF, que por el momento no ha desvelado sus planes industriales en suelo portugués. Falta poco para que se anuncie la adjudicación (prevista para el primer semestre de este año) y tras este concurso, previsiblemente, se licitará el de la adquisición de trenes de alta velocidad.
