¿Sabías que el metro de Londres fue inaugurado en el año 1863? Esto lo convierte en el primer ferrocarril subterráneo de la historia, que empezó su servicio de una manera muy peculiar, con trenes remolcados por una humeante locomotora de vapor. Así se transportaron durante décadas los londinenses hasta que llegó la revolucionaria tracción eléctrica en 1890, empleada por primera vez en la primera linea del tipo Tube.
Los inicios del primer metro del mundo
Reino Unido, en concreto Inglaterra, se considera el padre del ferrocarril moderno pues fue allí donde se potenció el desarrollo de las locomotoras de vapor móviles. Además, fueron los primeros en poner en marcha un ferrocarril subterráneo con la idea de crear un sistema de transporte urbano masivo y rápido que permitiera descongestionar las calles, por entonces abarrotadas de caballos y carretas.
La idea de construir este innovador ferrocarril se atribuye a Charles Pearson, abogado de la Ciudad de Londres, quien presionó durante años para que se desarrollara el proyecto que no pudo ver terminado. Las obras comenzaron en 1860, a cargo del Metropolitan Railway pero principalmente financiadas por la entidad municipal.
Un ferrocarril para conectar ferrocarriles
La primera línea del metro de Londres, conocida como la Metropolitan Railway y hoy como la Metropolitan line, fue creada con el objetivo de unir la ciudad con las estaciones ferroviarias de Paddington, Euston y King’s Cross.
Construidas pocos años antes por los propietarios del Great Western Railway, London and Birmingham Railway y del Great Northern Railway respectivamente, empezaban a tener un gran tráfico de viajeros. Además, ya estaba en proyecto la estación de St. Pancras del Midland Railway que se emplazaría junto a King’s Cross y fue finalmente abierta en 1868.
El túnel fue construido bajo las calles utilizando el método de pantallas o a cielo abierto, es decir, creando primero las paredes laterales, vaciando el terreno, instalando las vías y luego cubriendo el túnel para volver a poner las calles. Como la tracción a emplear era el vapor (la única alternativa en la época era usar animales), a lo largo del túnel se dejaron secciones abiertas para permitir la salida del vapor y los humos.
La inauguración sin el Primer Ministro
El 9 de enero de 1863 se produjo la ceremonia inaugural. A ella acudieron responsables de las compañías ferroviarias, parlamentarios y responsables municipales. Sin embargo, la anécdota la protagonizó el Primer Ministro Henry John Temple, Lord Palrmeston con su ausencia; se excusó diciendo que a sus 79 años prefería permanecer encima del subsuelo el mayor tiempo posible.
La apertura al público del metro de Londres se hizo el 10 de enero de 1863, al día siguiente, teniendo una enorme aceptación por parte de los londinenses. Más de 30.000 personas lo utilizaron aquel sábado, un día que marcó un antes y un después en el diseño de las ciudades modernas.
La primera línea del Tube
El metro de Londres es popularmente conocido entre londinenses y extranjeros como el Tube (tubería) por la forma cilíndrica de sus estrechos túneles, construidos con el gálibo suficiente para que pase un tren. Sin embargo, la Metropolitan Line no es de este estilo, al igual que las Circle, Central, District, Hammersmith & City. Estas pertenecen a la categoría de Sub Surface, cuyos primeros túneles fueron construidos entre pantallas.
Sin embargo, este método limitaba mucho la construcción de túneles, ya que su recorrido debía adaptarse al trazado de las calles; calles que debían ser cerradas por completo al tráfico durantre las obras. Por lo tanto, era necesario crear un sistema que permitiera ejecutar los túneles de una manera mucho más eficaz y que permitiera hacerlos pasar por debajo de los edificios.
El City and South London Railway
El 4 de noviembre 1890 fue inaugurada entre las estaciones de Stockwell y King William Street la primera línea tipo Tube, ahora parte de la Northern Line. Sus túneles de acero, de un diámetro de tan sólo 3,1 metros, fueron construidos por un innovador sistema de tuneladoras totalmente manuales.
Como el reducido diámetro de los túneles (elegido para facilitar y abaratar su construcción) no permitía la circulación de locomotoras de vapor, el City and South London Railway, fue el primero del mundo en emplear la tracción eléctrica a gran escala. El tamaño de los túneles es, además, el motivo por el que la mayoría de los trenes del metro de Londres tienen la peculiar forma que hace tanto distingue a esta red.
El metro de Londres en la actualidad
En los más de 150 años que han pasado desde la inauguración de la primera línea de ferrocarril subterráneo en la capital británica, el sistema ha evolucionado bastante. Por supuesto, en 2014 la tracción vapor es parte de la historia aunque para celebrar el sesquicentenario volvieron a habilitar una locomotora para hacer viajes conmemorativos.
En la actualidad, la red tiene una longitud total de 402 kilómetros repartidos en 11 líneas. El 45% de la red es subterránea, quedando el 55% restante en superficie o en viaducto. Anualmente, más de 1,26 billones de personas viajan en el metro más antiguo del mundo. Y esta cifra no deja de aumentar. De hecho, el 14 de noviembre de 2014 batió un récord histórico de usuarios en un día, cifra que superó los 4.576.000 viajeros.