¿Qué son los trenes indeformables?
Son aquellos cuya composición es fija. Es decir, están siempre formados por los mismos coches y cambiarlos es una labor exclusiva para los talleres. En su mayoría, son trenes autopropulsados, también conocidos como unidades de tren o automotores.
Trenes autopropulsados
Los automotores son trenes que no requieren de una locomotora ajena a la composición, ya que tienen sus propios motores y los demás sistemas de tracción incluidos. Dentro de los trenes autopropulsados existen dos categorías, en función de cómo estén repartidos los motores:
- Tracción concentrada: tienen uno o dos vehículos, conocidos como cabezas tractoras, dedicados exclusivamente a dar tracción y permitir la conducción de tren; es decir, no tienen espacio para transportar viajeros. Las cabezas tractoras se podrían considerar locomotoras permanentemente acopladas a los coches y con un diseño compatible con los mismos. Un ejemplo de tren de tracción concentrada son los trenes de las series 100, 102 o 112 de alta velocidad de Renfe.
- Tracción distribuida: los propios coches de viajeros disponen de motores para desplazarse y las cabinas de conducción están ubicadas en coches específicos. Es el caso de los trenes de metro, cercanías e incluso algunos trenes de alta velocidad como los bala japoneses. Tienen la ventaja de que todo el espacio interior está dedicado al transporte de viajeros, aunque esto suponga minimizar todos los equipos de tracción.
Trenes indeformables remolcados
Aparte de los automotores, hay trenes de composición fija que circulan remolcados. Combinan, sin duda, las principales desventajas del material no motor (necesidad de locomotora) y de la inadaptabilidad a la demanda de viajeros.
Por ejemplo, en España Renfe optó hace años por hacer composiciones permanentes de coches Arco de tres en tres. Por otro lado, en Irlanda, en el servicio Intercity Dublín-Cork se emplean trenes remolcados de 8 coches fijos de la serie Mark 4 y tipo push&pull fabricados por CAF.