Aunque quizás no sea un dato muy conocido, la red ferroviaria egipcia es una de las más antiguas del mundo, solo detrás de la británica. En concreto, fue en 1854 cuando se inauguró la primera sección, entre Alejandría y la gobernación de Kafr el Sheij. Aquello fue un verdadero hito en el mundo del ferrocarril ya que supuso la primera línea del imperio Otomano, pero también del continente africano y de Oriente Medio.
En los casi 170 años que han transcurrido desde entonces, este medio de transporte se ha convertido en esencial en el país. Estas dos cifras dan buena cuenta de ello: más de 5.000 kilómetros de vía y en torno a un millón de pasajeros diarios. Hay que entender que se trata de un país de grandes dimensiones y que el tren une casi todas las grandes ciudades. De todas las líneas dos son especialmente importantes para el tráfico de ciudadanos, pero también de turistas: la que une El Cairo con Alejandría y la que une El Cairo con Aswan.
El mejor servicio de pasajeros para 2050
Conocedores de la importancia que el ferrocarril tiene en la economía de un país, el Ministerio de Transportes de Egipto inició un ambicioso plan de transformación de la infraestructura ferroviaria con el objetivo de conseguir un transporte fuerte, moderno y multimodal. De hecho, la intención del ENR (Egyptian National Railways) es ofrecer el mejor servicio de pasajeros del continente en 2050, gracias a un incremento en la seguridad, la velocidad, la frecuencia, la rentabilidad y, en definitiva, la experiencia de viaje.
Conseguirlo depende en gran medida de contar con sistemas de control y mando y señalización de alto rendimiento, lo que permite mejorar la capacidad, seguridad y la fiabilidad de la red ferroviaria. Precisamente en este campo Thales es empresa líder en el mundo. Y precisamente en este campo la empresa lleva colaborando casi 10 años con ENR, en concreto desde 2013, cuando Thales firmó su primer contrato con los Ferrocarriles Nacionales Egipcios (ENR) para la modernización de los sistemas de señalización del corredor ferroviario que une El Cairo y Alejandría.
La línea más transitada de la red egipcia, transporta más de 25 millones de pasajeros cada año, y su renovación era la punta de lanza del ambicioso plan de transformación de la infraestructura ferroviaria de Egipto impulsado por el Ministerio de Transportes de este país.
Este contrato llave en mano que está cercano a su finalización con la entrega de la última y principal estación Cairo Norte próximamente. La línea ha experimentado la renovación de los sistemas de señalización y telecomunicaciones, reemplazando todos los antiguos enclavamientos de la línea por nuevos enclavamientos electrónicos, y un sistema de Control de Tráfico Centralizado.
Lo explica Carlos Mezquita, Director de Ofertas y Proyectos de Transporte de Thales España: “El proyecto ha incluido la instalación de enclavamientos electrónicos —el cerebro del ferrocarril, crítico para la seguridad— junto con nuevos sistemas de detección segura de tren, nuevas señales y accionamientos de aguja. Asimismo, hemos modernizando los pasos a nivel, para mejorar la seguridad de los usuarios de la carretera y del ferrocarril. Además, hemos instalando un nuevo sistema de telecomunicaciones fijas. Junto con todo este alcance tecnológico, además Thales ha llevado a cabo todas las obras civiles necesarias, para los tendidos de cable, incluyendo la construcción de más de 30 nuevos edificios técnicos a lo largo de la línea. Adicionalmente, se ha implantado un sistema de Control de Tráfico Centralizado (CTC) de última generación en El Cairo.”
Puesta en servicio de la estación de Alejandría
El último gran hito conseguido en este ámbito ha sido la reciente puesta en servicio de la estación de Alejandría en septiembre, junto con el bloqueo de la estación colateral de Sidi Gaber. Se trata de un trabajo del que Thales se siente especialmente orgulloso debido a la complejidad del entorno de la estación de Alejandría, con caminos y pasos difícilmente accesibles, áreas especialmente estrechas y densamente pobladas, numerosos obstáculos cerca de la vía como pequeños canales de agua o edificaciones, y sin áreas de gálibo, o a la existencia de antiguos edificios de interés histórico. Todo ello ha supuesto innumerables retos a la hora de construir edificios técnicos, ejecutar zanjas, tender cables e instalar tecnología de señalización.
Retos que se han podido superar gracias a l gran equipo local y a que la tecnología Thales es muy adaptable, como afirma Fernando Ortega, Director General de Transporte de Thales España: “Esto nos permite ser muy flexibles a la hora de combinar y conectar con los diferentes tipos de tecnologías de señalización que ya existen en el ferrocarril. Esta es una gran ventaja de la tecnología Thales y estamos muy orgullosos de la interoperabilidad de nuestros sistemas”.
Gracias a esta última entrega, el tramo de vía que une la importante ciudad portuaria con la capital cuenta ya con 204 km, alcanzando el 98% de la longitud total del corredor del proyecto. Además, supone la finalización del tramo original Arab El Raml – Alexandria previsto al comienzo del proyecto. Lo ha hecho, además y como viene siendo habitual, minimizando las interrupciones de servicio mientras se realizaban las obras, para causar las menores molestias posibles a los usuarios.
“Trabajamos codo con codo con ENR para elaborar un horario de trenes que nos permita disponer de algo de tiempo cada día para realizar nuestra labor. La mayor parte de nuestro trabajo de mejora se realiza por la noche, cuando hay menos tráfico ferroviario. De este modo se garantiza que el transporte de personas y mercancías se interrumpa lo menos posible”, ha afirmado Fernando Ortega, quien añade que “es un orgullo para todo el equipo de Thales tanto en España como en Egipto que han trabajado durante años en la modernización de esta línea.”
Aumento de la velocidad y de la frecuencia de trenes
A efectos prácticos, es importante destacar lo que este proyecto va a suponer para los viajeros. Y es principalmente aumentar la velocidad de circulación y la frecuencia de los trenes, lo que le permite a ENR poner más trenes en circulación, aumentando la capacidad de la línea.
Y todo ello reforzando la seguridad porque, gracias a esta nueva tecnología de Thales, se minimiza la posibilidad del error humano. La señalización instalada está diseñada de acuerdo con la norma SIL 4. Es decir, la experiencia de viaje va a mejorar para los pasajeros. “Todo ello contribuye a que el ferrocarril sea más atractivo, eficiente y competitivo. Un ferrocarril fiable también contribuye a estimular el crecimiento económico del país”, afirma Ortega.
A todo ello hay que añadir los beneficios que va a suponer para el medio ambiente, puesto que reduce la dependencia de los viajes por carretera y no olvidemos que el tren es, con diferencia, el medio de transporte más verde y menos contaminante de los existentes.
Todos estos factores hacen fácilmente comprensible las palabras de Fernando Ortega: “La renovación de la línea El Cairo-Alejandría ha sido un gran hito para nosotros. Hemos sido capaces de iniciar una interesante andadura en el país y formar un equipo local de más de 100 personas expertas en Egipto, con el soporte de Thales España. Es un orgullo para todo el equipo de Thales hacer posible una mejora considerable en la movilidad de los ciudadanos y en la operación de la línea”.
Mirando al futuro
Pero todo esto no supondría más que un retal si no fuera porque cada labor que se ha llevado a cabo se ha hecho con la mirada puesta en el futuro, gracias a que la tecnología renovada tiene la capacidad de ser fácilmente adaptable a necesidades futuras. Además, es interoperable con otras tecnologías y compatible con todas las normas europeas e internacionales. Por ejemplo, su enclavamiento electrónico es la base del ETCS Nivel 1y una vía de migración a ETCS Nivel 2, que utiliza comunicaciones por radio y elimina la necesidad de señales en tierra. Por lo tanto, la solución electrónica que se está implantando ofrece un alto grado de flexibilidad.