Los ferrocarriles modernos suelen tener lo que se denomina vía doble, es decir, una vía para cada sentido de circulación como sucede en cualquier carretera. Sin embargo, esto no siempre ha sido así, ya que han existido y siguen existiendo multitud de líneas en vía única, en las que hay que hacer cruces. ¡Incluso en España se van a abrir algunas de alta velocidad de esta manera!
Ferrocarriles de vía única
Cuando el mismo camino es indistintamente para circular en un sentido o en otro, existen dos formas de evitar colisiones frontales:
- Haciendo que en ese trayecto sólo pueda entrar un tren.
- Estableciendo puntos de cruce.
Los puntos de cruce son lugares (generalmente estaciones) en los que, con los desvíos de los que te hablamos la semana pasada, la vía se duplica para permitir tener dos trenes en paralelo.
Como consecuencia, a no ser que haya una buena planificación acompañada de puntualidad británica, uno de los trenes debe esperar al otro. Lógicamente, esto conlleva que el tiempo de viaje entre el origen y el destino del tren aumente en comparación con si hubiera una vía doble constante.
Optimización de los cruces
Los costes de mantenimiento de una vía doble son significativamente más elevados que los de una vía simple. Por este motivo, las vías dobles son un recurso que se debe utilizar sólo cuando sea extremadamente necesario, en teoría. En la práctica, hay muchas infraestructuras infrautilizadas por una mala planificación inicial. Por ejemplo, el ramal Pinto-San Martín de la Vega (clausurado en abril de 2012) se construyó en vía única y era muy rara la ocasión en la que había dos trenes circulando por sus vías.
En un ferrocarril bien planificado, las paradas para cruces se aprovechan para cargar y descargar viajeros (a diferencia del Tren Celta que para por este motivo pero no permite ascender ni descender del tren) o incluso intercambio de personal de a bordo.
Por este motivo, no es descabellado que haya líneas de alta velocidad en vía única en las que los cruces no sean necesarios o sean factibles sin penalizar el tiempo.