Una semana más estamos aquí, en Pinceladas, trayéndote los aspectos más curiosos del ferrocarril. La entrada de hoy la dedicamos a un segundo uso de los vagones antiguos que se está poniendo cada día más de moda: convertir un vagón de tren en un alojamiento. Es una idea que, además de ser el sueño de los amantes del ferrocarril, es factible y está al alcance de muchos.
Cuando un vagón de tren no es sólo un vagón
Con la situación económica actual y el precio de la vivienda, florecen otros tipos de alojamiento menos habituales. Hace unos meses hablábamos del uso que se hacía de los contenedores de mercancías, que se acondicionaban para convertirse en viviendas o locales comerciales más económicos que los habituales con la ventaja de que se pueden adaptar a las necesidades de cada uno. Pues bien, esto mismo se hace con los vagones de mercancías y los coches de viajeros en desuso, que añaden además ese toque melancólico y de historia que enamora a los amantes del ferrocarril.
Ya sea porque la idea gusta, por el precio asequible (menos de 50.000 €), o por la versatilidad de la idea, lo cierto es que la reconversión del vagón en una casa cada vez tiene más tirón.
En España, la compañía Wagonstill se dedica a la rehabilitación de estas unidades que no sólo se convierten en casas (pueden transformarse en bares o tiendas) aunque lo que los clientes demandan más es la transformación del vagón en vivienda anexa o cuarto de invitados.
Las principales ventajas del vagón de tren, además de la versatilidad, son el respeto por el medio ambiente y la facilidad para tener uno, ya que al no estar anclado al suelo (se coloca sobre un segmento de vía en un terreno nivelado) no existe ninguna legislación que limite su ubicación.
Vacaciones en un tren
Por supuesto, existiendo la posibilidad de hacer casas con vagones de tren, tenían que existir hoteles que ofrecieran este servicio. hoy os traemos dos ejemplos, uno nacional y otro inglés, para que veáis las diversas posibilidades que las casas-tren pueden ofrecer.
En Murcia, el Alojamiento Vagón Rural ofrece pernoctar en unos vagones de los años 50 totalmente reestructurados que mezclan lo clásico con la modernidad de sus instalaciones. Con un precio asequible, se ofrece la posibilidad de pasar un fin de semana rural poco convencional sin renunciar a servicios como la conexión WiFi.
El ejemplo inglés, sin embargo, opta por un estilo más clásico. A un precio bastante restrictivo, ofrece a quien se lo pueda permitir el alojamiento en unos vagones restaurados que se encuentran en la región de Cornwall, concretamente en St Germans. Se llama Railholiday, y ofrece una serie de excursiones rurales y visitas ferroviarias para complementar la experiencia.
¿Se os han puesto los dientes largos?¿Queréis un vagón de tren transformado en casa?