Dedicamos nuestro Pinceladas semanal al tren correo, todo un símbolo del mundo ferroviario que en nuestro país tuvo casi 150 años de vida. ¿Quieres saber más sobre este clásico? ¡pues sigue leyendo!
Andaduras del tren correo español
La primera estafeta ambulante, como se conocía al tren correo, se creó el 27 de julio de 1855, tan sólo 7 años después de que se pusiera en marcha el ferrocarril Barcelona-Mataró, recorriendo el trayecto Madrid-Albacete. Aunque ésa es la fecha de inauguración del servicio en sí, cabe destacar que con anterioridad ya se había transportado de manera gratuita correo por vía férrea, pero en 1855 nace el sistema.
El tren correo supuso un gran impulso para el servicio de correspondencia: a mitad del SXIX, sólo 613 poblaciones tenían correo diario, mientras que en 1866 ya se cubrían el 84% de los ayuntamientos gracias a este nuevo servicio postal.
Y, sin embargo, poco más de un siglo después, este sistema desaparecía: el último tren correo partió de Chamartín el 30 de junio de 1993. El transporte por carretera había ganado la partida al ferrocarril.
Un modelo muy organizado
El tren correo fue una solución exitosa que irrumpió con fuerza desde el principio. Se implantaron directamente en todas las líneas ferroviarias en exportación llevando, además, coches de viajeros si la demanda era suficiente.
En ese caso se creaban, por lo general, tres clases de coches para pasajeros, convirtiéndose así en trenes pesados que muchas veces no cumplían los horarios por la cantidad de tareas y paradas que debían realizar. En este aspecto hay que decir que existían dos tipos de trenes correo: los ordinarios que paraban en todas las estaciones, los correo-expreso que lo hacían sólo en algunas.
Generalmente eran trenes que circulaban por la noche y que servían de buzón de alcance, motivo por el cual era un servicio muy apreciado por la población.
Además, se trataba de un sistema muy eficiente que reducía los tiempos de entrega del correo y permitía la clasificación de los envíos durante el trayecto, dejando para las paradas sólo los intercambios.
Una historia llena de sucesos
A lo largo de sus casi 150 años de historia, el tren correo ha protagonizado descarrilamientos, robos, incendios e incidentes de diversa índole. Como no podemos contarte todos, te destacamos los siguientes:
Robo al Expreso de Andalucía
Los trenes correo no sólo transportaban cartas; también tenían que entregar objetos y documentos de mucho valor, por lo que no es de extrañar que fueran muy codiciados y que sus trabajadores tuvieran que trabajar con ciertas medidas de defensa y seguridad.
El robo más famoso producido en un tren correo español ocurrió el 11 de abril de 1924, cuando 5 hombres atracaron el tren expreso de Andalucía. Sabían que en él se transportaban objetos por un valor mayor al millón de pesetas así que se dispusieron a robar los bienes en un golpe limpio que terminó transformándose en una matanza.
En la estación de Aranjuez se subieron los tres encargados del “trabajo sucio”: allí golpearon hasta la muerte a los dos trabajadores del tren correo y se hicieron con el botín. En la estación de Alcázar de San Juan les esperaba un cuarto hombre para viajar con ellos en taxi hasta Madrid, donde se encontraron con el quinto hombre y cerebro de la trama. Mientras tanto, la Guardia Civil encontraba en Córdoba los cadáveres de los trabajadores del tren correo e inmediatamente se lanza a la búsqueda de los asesinos.
Los atracadores, que ya se habían repartido el botín, se separaron, pero poco de tiempo después uno de ellos se sintió acorralado por la Guardia Civil y se suicidó. El resto acabó siendo capturado y cumpliendo penas de diversa gravedad.
Incendio misterioso
Otro de los incidentes más famosos del tren correo fue el misterioso incendio del vehículo ocurrido en 1965 en la localidad de Grisén, en el que, oficialmente, murieron 34 personas. Todo comenzó en la tercera clase, donde un fuego fortuito acabó quemando 3 coches de viajeros.
¿Y por qué decimos misterioso? Pues porque a día de hoy las causas del incendio se desconocen y además, los testimonios de los testigos hacen pensar que el tren transportaba a muchos más pasajeros que lo que transmitía la versión oficial.
Todo esto se alimentó con el secretismo del régimen ante el suceso: no salió en la prensa hasta 5 días más tarde, y no se envió ningún pésame oficial. Además, una nota de Renfe de la época explica que lo que pasó no fue “sabotaje, ni un error humano, ni mecánico, ni de Renfe”.
Las especulaciones se producen desde entonces, con dos versiones plausibles sobre el silencio tras el incidente:
- Que el tren correo iba lleno de emigrantes que querían salir de España.
- Que transportaba documentos o contenidos que la Dictadura no quería hacer públicos.
Sea como fuere, todo es especulación porque, por desgracia, no se sabrá nunca lo que realmente sucedió.
Fuentes: Diario Vasco y Heraldo.