Desde hoy, los billetes de AVE, Avant y Larga Distancia de Renfe llevan un código identificativo que sólo permiten viajar a los titulares de los mismos.
Según informa El País, los usuarios deberán introducir sus datos de contacto a la hora de comprar el billete, aunque estos podrán modificarse hasta 15 minutos antes de la salida de manera gratuita.
Con esta medida se busca un aumento de la seguridad al poder identificar a los viajeros, así como una disminución en el número de fraudes que se cometen con los billetes. Pero también tiene un fin más comercial, dando la opción a Renfe de estudiar a los viajeros para lanzar las promociones que mejor funcionen en cada caso.
En cuanto a los datos personales, Renfe garantiza la privacidad utilizando con código en lugar de poner el nombre en los billetes.