Se acerca la fecha límite puesta por Trilantic Capital para presentarle ofertas para adquirir sus acciones de Talgo. Todas las empresas interesadas deberán hacerlo antes del 14 de febrero; una fecha simbólica en el proceso de venta de Talgo que se ha convertido en un culebrón en vida real en el que al fabricante español le han salido varios pretendientes.
A continuación vamos a repasar a los, por ahora, cuatro postores que han mostrado interés por la empresa. Por el momento, sólo uno de ellos ha presentado una oferta y, en este momento, podría ser la única que se haga.
Este reportaje se irá actualizando hasta que se cierre el plazo.
¿Por qué está Talgo en venta?
Para entender la situación, primero hay que saber que Talgo es una Sociedad Anónima que cotiza en la bolsa de Madrid.
Su mayor accionista es el vehículo societario Pegaso Transportation, que suma el 40,03% de las acciones. Este fondo está compuesto por Trilantic Capital (que controla un 29,8% del total), la familia Oriol (7%) y Torreal, de la familia Abelló (3%).
El 51,7% de las acciones forman el capital flotante que cotiza en bolsa y el resto pertenece a inversores como Amundi, GLS Investment o Caixabank Asset Management.
Cuando se creó Pegaso Transportation, sus socios firmaron una cláusula de arrastre. Esta especificaba que, si uno de ellos decidía vender, el resto también tendría que hacerlo. A un mismo postor y a un mismo precio.
En 2021 varios analistas confirmaban que Trilantic quería vender su participación en Talgo cuando Pegaso Transportation venciera en 2022. Esto obligaba a una OPA (Oferta Pública de Adquisición) por el 100% de las acciones, ya que en España hay que hacerlo así si se quiere adquirir más del 30%.
Los analistas especulaban con la creación de un gran fabricante español, mediante la compra de Talgo por parte de CAF. Tampoco descartaban que Stadler adquiriera la empresa, aunque al final ni la una ni la otra han mostrado un interés real en la firma fundada por Alejandro Goicoichea y José Luis Oriol.
A las ganas de Trilantic de vender se sumó otro factor determinante: Talgo había aceptado más pedidos de los que sus factorías pueden asumir y necesitan más capacidad industrial.
Primera OPA de Talgo, de la húngara Ganz-Mavag
Hubo que esperar a noviembre de 2023 para que comenzara el culebrón en el que se ha convertido este proceso. En ese mes Talgo le salió su primer pretendiente; una empresa húngara que estudiaba ofrecer 5€ por acción.
Se trataba de Ganz-Mavag Europe; un entramado empresarial entre los que se encuentra Magyar Wagon. Detrás, Zsolt Hernandi, uno de los empresarios de confianza del polémico presidente húngaro Viktor Orbán.
Finalmente, el procedimiento se inició en marzo de 2024 y la oferta se formalizó a principios de abril. El veto del gobierno, gracias al “escudo antiopas” y al considerarse Talgo una empresa estratégica dieron al traste con la venta de Talgo a Ganz-Mavag.
Škoda, la propuesta breve
En julio de 2024, Škoda Group propuso una fusión con Talgo, buscando crear un “gigante europeo” en el sector ferroviario. La oferta no incluía una contraprestación económica, sino una combinación de negocios e integración industrial.
Škoda argumentaba que ambas empresas eran complementarias en productos, mercados y tecnologías. Sin embargo, a finales de julio, Talgo rechazó la propuesta de Škoda, considerando que no era el momento adecuado para explorar alternativas distintas a una oferta pública de adquisición competidora.
José Antonio Jainaga/Sidenor
El Gobierno quería que el fabricante mantuviese su españolidad y, con ayuda del Gobierno vasco inició la búsqueda de un nuevo socio que, aparte de comprar la empresa, aportara capacidad industrial. Por el camino, Criteria Caixa sopesó involucrarse en el proceso.
En octubre entró en la escena el empresario vasco José Antonio Jainaga, dueño de la siderúrgica Sidenor. Para no tener que adquirir toda la empresa, Jainaga apuntó a adquirir el 29,9% de las acciones. Unas aspiraciones que tendrían que llevarse de por medio la cláusula de arrastre. Algo que sucedió el 1 de enero de 2025.
Finalmente, la oferta fue presentada el 6 de febrero. Sidenor, el Gobierno vasco (a través de Finkatuz) y la fundación BBK aportarían 45 millones cada uno, mientras que la Fundación Vital contribuiría con 20 millones. El precio por acción podría alcanzar los 4,80 euros. De esta cantidad, hay una parte fija de 4,15 euros y una variable de 0,65 céntimos adicionales, sujeta al plan de negocio.
La oferta está en estudio y es la preferida por el Gobierno para la venta de Talgo, ya que mantiene la españolidad del fabricante.
PFR/Pesa, un quiero ¿y no puedo?
Junto con Sidenor, el gobierno polaco de Donald Tusk también mostró interés por Talgo en octubre. Para ello, el fondo estatal Fondo Polaco de Desarrollo (PFR, por sus siglas en polaco y dueño del fabricante Pesa) estaría preparando una OPA por el 100% de las acciones de Talgo.
Las últimas informaciones publicadas indican que PFR estaría dispuesta a ofrecer al menos 5 euros por acción, igualando o mejorando la oferta de Ganz-Mavag.
Aunque el Gobierno no se cierra en banda a esta opción y PFR tampoco se cierra a incluir socios españoles como Finkatuz, el ministro de Economía Carlos Cuerpo ha viajado de urgencia a Varsovia para recordar al gobierno polaco que Talgo es una empresa estratégica.
Parece que esta visita ha surtido su efecto, ya que a primera hora del 13 de febrero se ha sabido que PFR podría haber perdido su interés por Talgo.
De presentarse la oferta, antes del 14 de febrero, y salir adelante, Talgo podría usar inmediatamente las factorías de Pesa en Polonia para agilizar los pedidos que tiene en varios países como Alemania, Dinamarca, Egipto y, por supuesto, España.
Jupiter Wagons, la opción india
Jupiter Wagons, fabricante indio de vagones, se ha convertido en otro de los pretendientes de Talgo. Aunque en los últimos días no se ha hablado mucho de esta opción, todo apunta a que podría presentar una oferta mejor que la de Jainaga.
Aunque sea una empresa india, cuenta con aliados en España como Talleres Alegría; una empresa asturiana con terrenos e instalaciones para crear una nueva planta que añada capacidad industrial a Talgo en suelo español.
A cambio, La India contaría con acceso a la tecnología de Talgo para fabricar trenes de alta velocidad.
CSG, un checo que llega a última hora
A solo dos días del final del plazo dado por Trilantic, el grupo checo Czechoslovak Group (CSG), liderado por Michal Strnad, se perfila como nuevo pretendiente de Talgo.
CSG busca expandirse en la industria ferroviaria europea para lograr mayor integración vertical y ya colabora en este sector a través de su filial DAKO-CZ. Aunque su negocio principal es la defensa, CSG opera como un holding diversificado con más de 14,000 empleados y presencia internacional, incluida España. Su interés en Talgo refuerza su estrategia de diversificación hacia sectores como el ferroviario y automovilístico