- La inauguración está prevista para el día 5 abril.
- Desde la pasada semana, y hasta entonces, la infraestructura está en periodo de prueba con viajeros.
- El Metro de Panamá busca descongestionar la capital, algo que el nuevo sistema de autobuses no ha conseguido.
- El proyecto ha contado con la empresa española FCC, en consorcio con la brasileña Odebrecht.
El Metro de Panamá ultima sus detalles para entrar en servicio el 5 de abril, convirtiéndose en el primer metro de Centroamérica. Aunque en principio la inauguración estaba prevista para el 5 de marzo, en la actualidad se están realizando trayectos de prueba con viajeros. Los panameños reciben esta nueva infraestructura con una mezcla de entusiasmo y recelo.
El flamante Metro de Panamá
La capital panameña está a menos de un mes del estreno de su metro. De momento, contará sólo con una línea, si bien se planea una rápida ampliación con las líneas 2 y 3.
La inaugural línea 1 cubre 13,7 kilómetros efectuando parada en 13 estaciones (algunas exteriores y otras soterradas). Trasnportarán a los viajeros desde el concurrido municipio de San Miguelito hasta la terminal de autobuses de Albrook.
El coste total del proyecto ha sido de 1.800 millones de dólares.
Las encargadas de la obra han sido la española FCC y la brasileña Odebrecht, unidas en consorcio, mientras que los trenes han sido fabricados por la francesa Alstom en Barcelona.
Se ha puesto especial interés en las medidas de seguridad porque se espera una alta demanda de servicio (sobre todo al principio por la expectación generada).
Sentimientos encontrados en los panameños
En general, la llegada del Metro de Panamá ha generado muchísimo entusiasmo por parte de los ciudadanos, que ven una solución innovadora a los problemas de tráfico que la nueva infraestructura podría solventar. Prueba de ello es la cuenta oficial de Twitter de Metro de Panamá, que cuenta con 26.542 seguidores antes incluso de que se inaugure.
En ella se publican las novedades de la red, que últimamente son sobre todo las muestras de entusiasmo de los viajeros que han formado parte de los trayectos en pruebas.
Pero, por supuesto, no todas las opiniones podían ser positivas: los ciudadanos recelan del precio que el billete podría tener. Se teme que el precio sea mucho más elevado que el de los autobuses públicos, y también que la sociedad panameña no se adapte al nuevo medio de transporte.
Fuentes: El País y El Nuevo Diario.