Desde el Ministerio de Fomento se anuncia que la vieja Estación del Norte, en León, se convertirá en la nueva estación, a la que llegará también el AVE. Este anuncio se hace tras otros proyectos que incluían construir una estación nueva, que no sería tan céntrica, y dar otro uso a la antigua estación. Parece que con la escasez de presupuesto, la coherencia hace acto de presencia, como ya ocurriese con la decisión de rehabilitar el edificio de Miranda de Ebro, en lugar de construir una nueva terminal.
Una serie de catastróficas decisiones
El asunto de la Estación de León viene de lejos. La antigua terminal, inaugurada en 1863, dio servicio a la ciudad hasta su clausura en 2011. Desde entonces, se habían propuesto varios usos para el edificio, muy valioso en términos de valor histórico.
Sin embargo, la que parecía la decisión más lógica, la de actualizarla para que pudiese seguir abierta, fue descartada. En su lugar se construyó una nueva de carácter provisional, que conllevaba establecer un sistema de fondo de saco. Las consecuencias de esta decisión fueron 12 millones de euros invertidos y trenes que tienen que salir de la estación invirtiendo la marcha.
Y, aunque en origen esta solución era sólo un remedio temporal, la situación económica española la ha convertido en algo casi permanente.
La “nueva” Estación de León
Y es ahora, tres años después, cuando por fin se decide que se rehabilitará la antigua estación para que dé servicio. Además, se volverá al sistema de vías original, evitando así las pérdidas de tiempo en los trayectos.
Se soterrará parcialmente el trayecto (40 millones de euros presupuestados para un tramo de 450 m), aunque el objetivo final es que se soterre completamente la entrada del AVE en León.
Con esta solución, León tendrá una estación céntrica, funcional e histórica. La vieja estación del Norte se convierte en la nueva estación de León.
Fuente: Leonoticias.
