Desde hace unos años vemos cómo las empresas son cada vez más conscientes de la importancia de digitalizar sus procesos y sistemas para mejorar su competitividad. La industria ferroviaria no es ajena a esta transformación y, hoy en día, ya está asumiendo los cambios de muchas otras industrias, como la de telecomunicaciones o la de automoción.
No obstante, el sector del ferrocarril lleva adoptando el cambio desde que los primeros trenes de vapor modificaron la forma en que las personas y las mercancías se desplazaban por el país. Sin duda, el tren de vapor fue un gran hito y tuvo una enorme repercusión en la sociedad. En la actualidad, el ritmo del cambio es cada vez mayor y, con la transformación que se está produciendo en múltiples frentes, sólo tendrán éxito aquellas empresas que sean capaces de aprovechar los cambios como una ventaja competitiva para la evolución de sus propios productos.
El aumento de la digitalización en la industria ferroviaria está permitiendo una gran cantidad de casos de uso, como la gestión inteligente del tráfico, los vehículos autónomos, las maniobras automatizadas y los trabajadores conectados. La conectividad avanzada es fundamental para la digitalización, que permitirá un transporte más sostenible e inteligente.
Sin embargo, frente a este escenario positivo, hay retos que superar. La lista de tareas pendientes para conseguirlo es larga: aumentar la electrificación; encontrar alternativas ecológicas al diésel; ampliar la infraestructura, al tiempo que se integran tecnologías avanzadas con sistemas operativos legados de diversos fabricantes; fusionar trenes autónomos y conectados; proporcionar información y conectividad a los pasajeros en tiempo real; reducir las interrupciones del servicio y tener un horario fiable; así como ofrecer la opción de movilidad como servicio.
El éxito depende de que todos los actores de la industria ferroviaria manejen tecnologías innovadoras, lleven a cabo programas complejos de transformación digital y establezcan alianzas en todos los ecosistemas digitales y tecnológicos. Así, las tecnologías disruptivas y los datos están permitiendo, entre otros, la simulación multifísica, las operaciones remotas, la experiencia del cliente reimaginada y los nuevos modelos as-a-service.
Ser más digital
Sea cual sea la visión de la digitalización, debe contemplarse desde varios prismas distintos. Por un lado, a través de una lente organizativa, que se centra en hacer que nuestras organizaciones sean más eficientes y apoyen el cambio; y desde una perspectiva sectorial, que analiza la digitalización en un sector específico y pretende unificar múltiples productos y soluciones, normalmente mediante la estandarización de interfaces y la eliminación de la fragmentación y las barreras. Por otro, teniendo en cuenta la perspectiva del cliente, que considera la digitalización desde el punto de vista del cliente y mejora el compromiso y la experiencia de las personas; o la perspectiva medioambiental, que nos lleva a digitalizarnos para mejorar la sostenibilidad de nuestro negocio y nuestros productos.
En líneas generales, no podemos considerar grandes conceptos o ideas, que en sí mismos no tienen valor, sin alcanzar el impacto deseado. De ahí la necesidad de crear un viaje inteligente y sin fricciones que nos lleve desde donde estamos hoy hasta donde queremos estar dentro de 5-10 años, generando valor a lo largo de todo el trayecto.
Una digitalización que transforma el sector
El sector ferroviario está logrando una transformación digital exitosa: contamos con normas como ETCS para la señalización ferroviaria, Eulynx para la integración de los sistemas en tierra y OCORA para los sistemas en tierra. A buen seguro, esto mejorará la integración de los flujos de datos y permitirá el desarrollo de funciones de más alto nivel, como los sistemas de alerta controlados por señales para mantener la seguridad de los trabajadores en tierra.
Si hay una tecnología que marque la diferencia y resulte especialmente útil en la infraestructura ferroviaria, es el gemelo digital. No muchas empresas se han planteado crear un gemelo digital dentro de su organización, a pesar de su increíble potencial; especialmente importante es el valor que se obtendría con ellos a la hora de modelizar los flujos de toma de decisiones dentro de una organización y vincularlos a datos en tiempo real que pueden indicar dónde hay retrasos, puntos de agarre o decisiones que simplemente nunca se toman.
Es más, el sistema ya se ha probado en diferentes proyectos cuyos resultados ponen de manifiesto que el gemelo digital permite el análisis de cambios en el plan de las vías férreas, validando que van a dar lugar a las mejoras de horario esperadas antes de que se coloque un solo trozo de vía; la formación de señalizadores con sistemas reales de gestión del tráfico, pero con datos simulados detrás que posibilitan la puesta a prueba de los señalizadores en cualquier escenario, incluidos los escenarios de fallo; y la integración y ensayo de nuevos productos y servicios en un entorno virtual.
Otras tecnologías como la inteligencia artificial, IoT y las tecnologías Edge Computing y 5G también contribuyen a impulsar las operaciones ferroviarias inteligentes, que ayudarán a potenciar la capacidad sin construir nueva infraestructura; de la misma manera que mejorarán las experiencias de los pasajeros, reforzando la seguridad y facilitando el mantenimiento predictivo.
Digitalización centrada en el cliente y sostenible
Tenemos que empezar a ver el sector ferroviario desde la perspectiva del cliente. ¿Qué preferiría un cliente: un viaje cinco minutos más corto o una conexión Wi-Fi totalmente fiable durante todo el trayecto?
Las expectativas de los clientes van en aumento y se espera que la tendencia al alza continúe en los próximos años. ¿Por qué los clientes no pueden planificar viajes de transporte integrados? ¿Por qué no se pueden reservar asientos de forma dinámica? Tenemos que pensar en lo que nuestros clientes van a esperar dentro de 10 años y empezar a crear sistemas que lo soporten hoy.
Afortunadamente, la transformación digital está haciendo evolucionar el modelo de negocio de las compañías que, en aras de adaptarse a la nueva realidad del mercado, están poniendo a los clientes en el corazón de su estrategia. Ahora, son ellos los que impulsan el cambio. De esta forma, en el sector ferroviario, las compañías buscan hacer del viaje una experiencia placentera y segura, aunando la parte digital, física y emocional .
Asimismo, como en todos los sectores, nos encontramos con el gran reto del cuidado del medioambiente. La industria ferroviaria es, por supuesto, uno de los métodos de transporte menos contaminantes, especialmente las líneas electrificadas; y, aunque los grandes proyectos de electrificación son importantes, también hay muchas pequeñas inversiones que podemos hacer para ahorrar dinero a nuestras empresas, al tiempo que reducimos nuestro impacto en el medio ambiente.
En definitiva, sólo aquellos que puedan aprovechar el cambio implacable para impulsar una rápida evolución organizativa y de los productos, tendrán éxito en el futuro. La digitalización a través de la aplicación de la Industria Inteligente es la solución, con viajes inteligentes y sin fricciones, con beneficios que se materializan en todo momento para ayudar a crear un camino integral, realista y sostenible para la evolución, o la revolución.