El grupo inversor húngaro Ganz-Mavag Europe ha formalizado ayer la Oferta Pública de Adquisición (OPA) por el el 100% de las acciones de Talgo. Tal y como estaba anunciado, ofrece 5 euros por cada acción, por lo que el fabricante queda valorado en 619,3 millones de euros.
La oferta fue presentada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), entidad a la que el conglomerado húngaro solicitó autorización para iniciar este proceso hace un mes.
Una vez presentado el folleto, comienza la fase de aprobación por varias autoridades. La primera es el Consejo de Ministros del Gobierno de España. Es uno de los mayores escollos ya que el Ejecutivo se ha mostrado en contra dado que el fabricante es una empresa estratégica y los vínculos del comprador con Víktor Orban y Rusia.
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha confirmado que el Gobierno está estudiando la solicitud y defenderá los “intereses estratégicos” de España en la operación.
Además, la operación deberá contar con el visto bueno de la Autoridad de Negocios de Dinamarca así como de las autoridades de competencia de varios países como Albania, Montenegro, Egipto y Arabia Saudí. Todos ellos mantienen relaciones con al menos una de las dos empresas.
Talgo aumentaría su capacidad industrial si la OPA sale adelante
Magyar Vagon ha destacado su capacidad industrial en Hungría, que cuadruplica a la de Talgo en cuanto a cantidad de factorías, y ha expresado su intención de crear un grupo industrial y tecnológico “muy potente” bajo la marca Talgo. Los sindicatos han pedido un plan de viabilidad que garantice el futuro industrial de Talgo en España.
La oferta está pendiente de desvelar qué bancos han accedido a avalar al banco español en la OPA. Los húngaros han estado negociando con 18 entidades financieras con 227 millones de pasivo en sus manos.
A pesar de las reticencias del Gobierno a esta operación, cuenta con el visto bueno de los participantes de Pegaso Transportation, la sociedad liderada por el fondo británico Trilantic que posee la mayoría de las acciones.
No obstante, Trilantic ya está negociando con Stadler una posible contra-OPA en caso de que se la compra quede vetada por las autoridades. Además, el Gobierno ha abierto la puerta a que la SEPI adquiera un porcentaje del fabricante.
El entramado empresarial de Ganz-Mavag
La empresa que ha presentado la oferta para adquirir la totalidad del fabricante español es una filial de un complejo entramado empresarial en el que participan el fondo estatal húngaro Corvinus, András Tombor (ex-alto cargo del gobierno) y Magyar Vagon.
A su vez, como recoge el Economista, Magyar Vagon es propiedad de Zsolt Hernadi, presidente de la mayor petrolera húngara) y de Zsolt Komondi, antiguo jefe de Gabinete del ministerio de Desarollo.
