- Se ha convalidado con los votos de PP y CiU
- Parte de la oposición cree que la segregación es sólo una táctica para “camuflar” la deuda de Adif e incluso facilitar su privatización.
- La actual empresa se divide así de manera definitiva en Adif y Adif Alta Velocidad.
El Congreso de los Diputados ha convalidado el Real Decreto-ley 15/2013 aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 13 de diciembre y en vigor desde el inicio de 2014. Tras este proceso parlamentario, con el que se respalda las leyes emanadas directamente desde el Gobierno, se hace definitiva la segregación de Adif. El objetivo es, según Fomento, prepararse para la liberalización total del del mercado, la adecuación a la normativa contable europea y facilitar la financiación del Administrador en los mercados.
El nuevo Adif tras la segregación
Tras la convalidación ayer del decreto ley, se pone fin a los trámites para que, tras la segregación, Adif y Adif Alta Velocidad sean dos entidades legalmente independientes con funciones y herencias diferentes, aunque compartirán parte de la cúpula directiva.
Adif Alta Velocidad gestionará la construcción y explotación de las líneas de alta velocidad y de sus estaciones. Además, se queda con el grueso de la deuda de la antigua compañía que proviene de la construcción de nuevas línea y también de otros gastos adjuntos. Con los cambios realizados, esta deuda no contará como si fuera pública debido a la nueva normativa europea. Esto hace creer a casi toda la oposición -a excepción de CiU, que votó a favor- que dicha segregación es el primer paso para la privatización de la alta velocidad.
Adif, la otra parte de la antigua compañía, se encargará de gestionar y conservar la red ferroviaria convencional, todas sus estaciones y el patrimonio asociado. Para ello, contará con fondos estatales que sí computarán en la contabilidad pública.
Fuente: Europa Press