Pocos días después de que se cumpliera el 139 aniversario de la llegada del ferrocarril a Cuenca desde Madrid, esta tarde circula el último Regional entre Madrid y Cuenca.
Una última circulación que supone el fin del tráfico de viajeros en esta línea. Cuyo servicio se sustituye desde mañana por la línea de alta velocidad y un servicio de autobuses para viajar a las poblaciones intermedias.
La previsión es que este último tren salga de Aranjuez a las 16:31. Durante su viaje parará en Otíngola, Ocaña, Noblejas, Santa Cruz de la Zarza, Tarancón, Huete y Chillarón. Municipios todos ellos que mañana se quedarán sin ferrocarril de viajeros. La línea se mantendrá abierta hasta Tarancón, pero sólo para trenes de mercancías.
El Regional llegará a Cuenca a las 18:56, en donde lo recibirán las entidades que defienden el ferrocarril y que han intentado evitar el cierre de esta línea. La previsión es que el tren salga del centro de Cuenca por última vez a las 19:20.
Camino de Aranjuez parará en las mismas localidades del trayecto inverso además de en Cuevas de Velasco y Villarrubia de Santiago. La llegada a Aranjuez, si no hay retrasos, será a las 21:42.
El fin del regional entre Madrid y Cuenca deja a la provincia con sólo una estación de ferrocarril
Con este viaje se podrá fin a 139 años de historia. Y es que fue el 12 de julio de 1883 cuando la primera locomotora de vapor llegó a Cuenca procedente de Madrid por una infraestructura que en 1947, con la inauguración del tramo Cuenca-Utiel, se convirtió en el camino más corto y rápido para ir de Madrid a Valencia.
Una línea que desde el 5 de septiembre de 1885 pasó a manos de MZA, en 1941 a la antigua RENFE, denominada Adif desde 2005. Su futuro, si prosigue el plan XCuenca, es transformarse en una vía verde ciclable con alojamientos y servicios de turismo rural ubicados en las instalaciones que hasta hoy sirven de estaciones y apeaderos.
El cierre del ferrocarril Madrid-Cuenca-Valencia dejará a la provincia de Cuenca (17.141 km²) con sólo una estación de ferrocarril, la de Fernando Zóbel. A ella llegan los trenes de alta velocidad de Renfe y, en lugar de estar en el casco urbano, se encuentra a 4 km de este y a casi 7 km del casco histórico; siendo necesario usar el autobús o el automóvil para llegar a ella.
Las entidades que luchan por la preservación de este ferrocarril necesario para la España vaciada han denunciado su cierre ante el Parlamento Europeo (en donde presentaron una petición para solicitar su renovación, antes de que se anunciara el plan XCuenca). Ayer, además, se anunció que 10 de los ayuntamientos afectados denunciarán el cierre al Tribunal Supremo por, indican, los incumplimientos de la LSF a la hora de realizar el cierre.
