Rectificación: a última hora del viernes 24 de mayo Renfe anuncia oficialmente los recortes. Finalmente se quedan tres trenes por día y sentido.
Aunque el 28 de diciembre de 2012, fecha de la aprobación del Plan de racionalización de Media Distancia (como el Gobierno llama al plan de supresión de trenes regionales), siguiera manteniendo su carácter de Obligación de Servicio Público, Fomento ha asestado una herida mortal al ferrocarril clásico Madrid-Cuenca-Valencia al dejar sólo un tren por sentido al día frente a los 6 servicios por sentido que hay actualmente.
Tal y como ya se puede consultar en la web de Renfe, desde el próximo domingo día 26 sólo circulará un tren desde Madrid que saldrá de Atocha a las 15:48 para llegar a Cuenca a las 19:05 y a Valencia a las 22:12. Por su parte, desde Valencia el tren saldrá a las 15:35 para llegar a Cuenca a las 19:00 y a Madrid a las 22:08. Para hacerse una idea de la diferencia, se ha elaborado la siguiente tabla:
Con estos horarios que carecen de utilidad, ya que hacen imposible un viaje de ida y vuelta en el día (no hay ningún servicio matinal), la tendencia natural será que la línea pierda viajeros hasta que sea considerada totalmente deficitaria y su clausura pueda quedar justificada.
El Madrid-Cuenca-Valencia una línea condenada desde hace años
Aunque es ahora, con la excusa de la crisis, que se efectúa el recorte de servicios debido al bajo número de viajeros, la realidad es que ni Fomento, ni Renfe ni Castilla-La Mancha se han esforzado nunca en mejorar la ocupación del ferrocarril Madrid-Cuenca-Valencia. Es más, se podría decir que ha ha sufrido una especie de abandono desde hace muchos años debido al que ha sido prácticamente imposible ganar viajeros.
Pese a las recientes renovaciones de infraestructura realizados con tramos de vía reciclados de otras líneas, el mantenimiento de este ferrocarril siempre ha destacado por ser pobre. Es la única línea de largo recorrido en España en la que predominan las traviesas de madera y el carril sin soldar, lo que causa que la velocidad máxima no pueda superar los 100km/h salvo en los tramos de Cercanías (Madrid-Aranjuez y Utiel-Valencia). A eso hay que sumar que los horarios llevan años sin permanecer alterados, sin haber sido sujetos a estudios de movilidad que intenten amoldar la oferta a la demanda de viajeros del tramo.
Por otro lado, como todos los servicios de media distancia convencional, el Madrid-Cuenca-Valencia ha carecido de promoción; llegando a ser incluso desconocido para usuarios de otros medios de transporte. Usuarios de los que con gran probabilidad una parte decidiera dejar el tren debido a su lentitud y al transbordo que hay que realizar en Aranjuez para continuar o llegar desde Madrid en un tren de cercanías con parada en todas las estaciones.
A falta de confirmar con datos contrastados, el AVE no parece que haya supuesto un gran problema para este tren de media distancia. Entre el elevado precio de la alta velocidad, la inexistencia de servicios Avant y la distancia que hay entre la ciudad y la nueva estación, no se ha producido una transferencia significativa de viajeros.
Trenes muy largos
Aparte de las causas explicadas anteriormente, la longitud de los trenes es un factor muy importante a la hora de estudiar los índices de ocupación. Actualmente en la línea se usan los automotores 592-2 Supermán de 3 coches, con capacidad para 200 personas sentadas. Con trenes más cortos como los 596, formado por un único coche de 56 plazas sentadas, la oferta se adecuaría más a la demanda y los costes de explotación disminuirían.
Por último, en otros países europeos se utilizan modernos trenes piso-bajo de corta longitud que, aparte de por su tamaño, gracias a su tecnología puntera son más eficientes energética y económicamente. Y cuando la demanda aumenta, es tan sencillo como acoplar varias unidades en mando múltiple como ya se hizo en el Madrid-Cuenca-Valencia durante el Puente de Mayo.
¿Servicios subvencionados por Castilla-La Mancha?
La Plataforma del Ferrocarril de Cuenca, entidad creada para defender el ferrocarril, ha presentado una propuesta de mejora de los nuevos horarios planteados y se está moviendo para que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha financie los trenes suprimidos por el Estado; posibilidad ofrecida por el Ministerio de Fomento. Este modelo de financiación, similar al usado en Francia o Alemania, permitiría salvar del declive final al Madrid-Cuenca-Valencia y evitar dejar sin ferrocarril a municipios como Ocaña o Tarancón.