La Gran Metrópolis de Besanzón (GBM o Grand Besançon Métropole en francés) ha llegado a un acuerdo con CAF mediante el que el fabricante español de material móvil se encargue, asumiendo los costes, de reparar los fallos de fabricación de los 19 tranvías que operan en su red.
Fisuras en las carrocerías
Fabricados entre 2013 y 2014, son composiciones de 3 cuerpos con una longitud total de 24 metros pertenecientes a la plataforma Urbos 3. En diciembre de 2017, con poco más de 3 años de servicio, fueron detectadas unas fisuras en la carrocería de los vehículos. Una dolencia que también padecieron los tranvías fabricados para la ciudad de Belgrado.
Fisuras que, a pesar de que es necesario reparar, en ningún momento han supuesto un riesgo de seguridad para los viajeros, como ha afirmado Marie Zéhaf, vicepresidenta de la GBM.
Si la crisis sanitaria lo permite, los técnicos de CAF de la factoría de Bagnères-de-Bigorre, en donde fueron ensamblados los tranvías, comenzarán en primavera la reparación de los vehículos en las instalaciones de mantenimiento de la red tranviaria ubicada en Hauts-du-Chazal.
Para ello cada unidad será apartada del servicio durante un mes para ser completamente desmontada de tal manera que se pueda reforzar la carrocería en aquellos puntos que sea necesario. Unos trabajos que serán pagados por el fabricante, que deberá compensar económicamente a Keolis, empresa que tiene la concesión del tranvía, si la reparación de alguna unidad se alarga más de las 4 semanas.
La ampliación a 36 metros, otro frente entre CAF y Besanzón
Las fisuras detectadas en la carrocería y la reparación con cargo a las cuentas de CAF no es el único problema que el fabricante ha tenido en la ciudad francesa.
Inicialmente los tranvías se fabricaron con una longitud de 24 metros, aunque los andenes se construyeron de 36 metros para asumir un previsible aumento de demanda. Sin embargo, las autoridades municipales aseguran que la empresa española ha rechazado hacer la ampliación. Un rechazo que también han hecho otros fabricantes.
No obstante, según fuentes de CAF consultadas por Trenvista no es cierto que hayan rechazado el trabajo. Sino que no han llegado a un acuerdo para realizar el trabajo.