El Ministerio de Transportes de Gales ha llegado a un acuerdo inicial para nacionalizar la operación de los trenes, que actualmente está adjudicada a la empresa KeolisAmey, una joint venture formada por Keolis (SNCF) y Amey (Ferrovial).
Se convertirá en el primer país británico en renacionalizar el sistema ferroviario al completo en un momento en el que el futuro de la privatización no está nada claro.
La caída en el número de viajeros, clave para la renacionalización
La pandemia del SARS-CoV-2 ha tenido un duro impacto en el sistema ferroviario británico.
La mayoría de las empresas concesionarias de las franquicias obtenían hasta el inicio de la pandemia sus principales ingresos con la venta de billetes. Por lo que la fuerte caída en el número de viajeros puso a las operadoras contra las cuerdas.
Si bien este hecho supuso que se planteara una renacionalización completa del sistema, por el momento se ha hecho una nacionalización a medias. En la que el Gobierno gestiona todos los ingresos de la venta de billetes, pagando a cada operadora un 1,5% de los costes operacionales que tenía cada franquicia antes del inicio de la pandemia.
Por lo que el Gobierno británico, que ya ha decretado el fin del sistema de franquicias que será reemplazado por un nuevo modelo que aún se está desarrollando, tiene total control sobre la explotación del servicio.
Pero el Gobierno de Gales se ha adelantado al Secretario Británico de Transportes, Grant Shapps, apostando por la nacionalización de la operación de los trenes. Utilizará para hacerlo la figura de la “operadora de último recurso” incluida en la Ley de los Ferrocarriles de 1993.
Una figura que ha sido usada en diversas franquicias que han vuelto de forma temporal a manos públicas, como la actual LNER.
KeolisAmey seguirá colaborando con Transport for Wales
El contrato para la operación de la franquicia “Gales y Fronteras” fue adjudicado en 2018 a KeolisAmey por 15 años por un importe de 5.000 millones de libras.
A diferencia de su predecesora en la franquicia, Arriva Trains Wales, que usaba su propia marca e imagen corporativa, KeolisAmey utiliza la de Transport for Wales. De manera similar a lo que sucede en la franquicia London Overground.
Aunque a partir de febrero de 2021 la operación de los trenes pase a manos públicas, el gobierno galés negocia con KeolisAmey una colaboración estrecha entre ambas entidades para continuar desarrollando proyectos clave en el sistema.
Como la entrega de nuevo material rodante, el desarrollo del proyecto South Wales Metro o la trasformación de las Core Valley Lines, cuya propiedad fue transferida a Transport for Wales por parte de Network Rail el pasado 28 de marzo.
Se sumará a Irlanda del Norte
Si bien Gales se convertirá en el primer país británico en renacionalizar el ferrocarril (es importante recordar que la infraestructura ya está en manos públicas), no será el único sin presencia privada en el ferrocarril.
Ya que en Irlanda del Norte siempre ha estado en manos estatales a través de la empresa NI Railways. Empresa responsable tanto de las infraestructuras como de la operación.
A ambos países se les podría sumar Escocia, cuya ministra principal -Nicola Sturgeon- ya ha manifestado en varias ocasiones su intención de devolver la operación ferroviaria a manos públicas. Un hecho que podría darse en marzo de 2022 cuando acabe el contrato con Abelio.
Por lo que, de producirse este movimiento, sólo Inglaterra mantendría operadores privados para sus trenes. Si el actual Gobierno de Boris Johnson no opta antes por terminar la renacionalización del sistema al completo.
