Viajar desde Oporto a Vigo en tan solo 1 hora, menos de la mitad que se tarda ahora. Eso es lo que pretende conseguir el Gobierno portugués con la construcción de una nueva línea de alta velocidad incluida en el PNI 2030 (Plan Nacional de Inversiones 2030).
Algunas incógnitas por despejar
Si bien el objetivo a largo plazo es que todo el trayecto se pueda realizar a alta velocidad, la meta para 2030 es que esté operativo el tramo Braga-Vigo, que supondrá un desembolso de 900 millones de euros.
El tiempo de viaje entre ambos extremos de la línea sería de 30 minutos, por lo que hasta Oporto se tardaría 1 hora y 7 minutos teniendo en cuenta el tiempo de viaje de 37 minutos entre Braga y la ciudad del Duero. Un claro contraste con las 2 horas y 20 minutos que tarda el Tren Celta.
Sin embargo son varias las incógnitas que este anuncio ha generado. La más importante es el tramo español, que teniendo en cuenta el paso de este nuevo ferrocarril por Valença do Minho, será entre la frontera en Tui y Vigo. Tal y como se proyectó en su día.
Si bien la línea convencional se está electrificando y en un futuro no muy lejano estará a 25 kV, hace muchos años que no hay novedades acerca del proyecto del lado español.
Y el Gobierno portugués tampoco ha dado a conocer negociaciones para ejecutar este trazado de 9,3 kilómetros que estaba presupuestado en 172 millones de euros. Tampoco se ha especificado si los 900 millones que se prevé invertir en la línea incluyen todo el trazado de punta a punta o solo el que discurre por territorio portugués.
De Vigo a Lisboa en 2 horas y 25 minutos
De ejecutarse este proyecto y la nueva línea de alta velocidad Lisboa-Oporto, el tiempo de viaje entre Vigo y la capital lusa sería el mismo que se tarda ahora entre la ciudad gallega y Oporto.
Y es que la meta que persigue el PNI 2030 es que entre esta última ciudad y Lisboa se tarde tan solo 1 hora y 15 minutos.
El Gobierno portugués ha elegido este proyecto para dar continuidad al Eje Atlántico de alta velocidad desde Vigo hasta Lisboa y, según las palabras del ministro de Infraestucturas, Pedro Nuno Santos, “Galicia es una región con la que ya tenemos una fuerte conexión”.