Siguiendo el ejemplo de muchas empresas incapaces de mantener el nivel de trabajo, Talgo ha presentado un ERTE para entre el 60% y el 65% de los trabajadores de su división de mantenimiento. Que suponen el 10% de la plantilla, mientras que el resto siguen trabajando bien de forma presencial o bien de forma telemática.
Reducción de los servicios de mantenimiento
La reducción de servicios ferroviarios en España (que ha alcanzado el 70% esta semana), Estados Unidos y Rusia; además de la suspensión por completo de los trenes de viajeros en Arabia Saudí, Kazajistán o Uzbekistán ha hecho que la carga de trabajo de los servicios de mantenimiento de Talgo se reduzca un 60%.
Una caída temporal que ha provocado, como en muchas otras industrias, un exceso de mano de obra. Que sólo se puede paliar con un ERTE (Expediente de Regulación Temporal del Empleo). O dicho de otra manera, un despido masivo temporal.
Este ajuste afectará a entre un 60% y un 65% de los empleados de esta sección en todo el mundo. A los que la empresa se ha comprometido a reincorporar tan pronto como las cosas vuelvan a la normalidad.
La cantidad final de trabajadores que se vean afectados por el ERTE de Talgo dependerá de la evolución de las medidas para contener la pandemia. Si bien el mayor efecto sobre la carga de trabajo lo produce los trenes de Renfe que han dejado de circular, hay países como Alemania en donde aún no ha sido necesario reducir el mantenimiento de trenes.
El Presidente y el Consejero Delegado se bajan el sueldo un 50%
En una iniciativa nada habitual en la industria española, el presidente de Talgo, Carlos de Palacio Oriol, y su consejero delegado, José María de Oriol, han propuesto al Consejo de Administración reducirse su sueldo un 50%. Una reducción que afectaría a las nóminas desde marzo hasta diciembre.
Un gesto que demuestra su voluntad de arrimar el hombro en tiempo de vacas flacas, aunque la empresa posee una buena capacidad financiera. En concreto, cuenta con un fondo de 320 millones de euros, 59 millones en caja y líneas de crédito sin usar por un total de 70 millones de euros.
Dinero con el que Talgo asegura tener capacidad de mantener el desarrollo del negocio conforme a lo previsto, aunque la circunstancia actual obligará a revisar el presupuesto para 2020.
Las fábricas se mantienen abiertas
A diferencia de CAF y Stadler, que han cerrado sus fábricas, Talgo mantiene en activo las factorías de Rivabellosa, en Álava, y la de Las Matas II de Madrid. Lugares en los que se está fabricando los trenes Avril encargados por Renfe.
Los planes de la empresa pasan por mantener abiertas ambas instalaciones. A no ser que el Gobierno exija lo contrario o la falta de suministros obligue a suspender la actividad.
Talgo impulsa el teletrabajo a nivel internacional
Sin embargo, la empresa ha fomentado el teletrabajo. Modalidad a la que se han acogido el 83% de los empleados españoles susceptibles de hacerlo, unas 730 personas. En el extranjero el porcentaje es menor, de sólo el 50% de los trabajadores (unos 90) que pueden usar este método de trabajo.
De tal forma que las tareas de ingeniería, proyectos y otros servicios puedan desarrollarse sin problema.
Fuente: Europa Press.