La mayor parte de los medios de transporte producen impactos directos o indirectos sobre la biodiversidad. Pero quizá el más destacado de estos impactos sea el que producen la mayor parte de las infraestructuras lineales, entre ellas el ferrocarril. Se trata de la denominada fragmentación de hábitats, cuyas consecuencias y posibles soluciones tratamos a continuación en El tren verde.
Problemas para la biodiversidad
La fragmentación de hábitats se produce cuando una extensión de terreno en la que encuentran uno o varios ecosistemas se divide en distintos fragmentos aislados unos de otros. Esta fragmentación puede ser un proceso natural pero, en la actualidad, la fragmentación por causas antrópicas (por culpa del ser humano) es un problema bastante común y preocupante para la conservación de la diversidad biológica a nivel mundial.
La fragmentación causada por las infraestructuras del ferrocarril lleva asociados una serie de efectos sobre la naturaleza que se describen a continuación:
- Pérdida de hábitat. La superficie se ve reducida drásticamente por la aparición de barreras y franjas despobladas que producen el aislamiento.
- Efecto borde. Se trata de la transición entre un hábitat y ecosistema a otro. Existe de manera natural pero, cuando se produce a causa de la actividad humana, supone un problema. Y es que la zona de borde se degrada a causa de la barrera artificial, causando una pérdida de vegetación que afecta a la fauna y a los suelos.
- Fragilidad de los fragmentos resultantes. Las islas de terreno resultantes son más frágiles que una unidad compacta de mayor tamaño. Una determinada especie, tanto animal como vegetal, puede ver dificultada su supervivencia a causa de la reducción de su hábitat.
- Aislamiento de especies, comunidades y colonias. Este aislamiento puede provocar la desaparición de una colonia o comunidad a causa de que el tamaño resultante tras la fragmentación imposibilite su supervivencia. Otro problema importante es la disminución de la variabilidad genética producida por el aislamiento entre miembros de una misma especie.
- Arrollamientos. Como en las carreteras, la división de los ecosistemas de manera artificial puede ocasionar que los animales que, viven ahí desde antes de la construcción de la infraestructura, la crucen. A diferencia de los humanos, no suelen entender el peligro existente por lo que se producen arrollamientos con graves consecuencias incluso para las personas.
- Extinción. La perdida de hábitat, la disminución de superficie y el aislamiento deriva, en algunos casos, en a extinción de especies.
- La desaparición de masa vegetal está relacionada además con el cambio climático, ya que desaparece un importante sumidero de carbono.
¿La fragmentación de hábitats tiene solución?
Una correcta evaluación del impacto que puede producir la infraestructura ferroviaria puede ayudar a eliminar o minimizar los daños que esta pueda causar, especialmente los relacionados con la fragmentación de hábitats. Aunque eliminar este importante daño a la diversidad, resulta casi imposible, existen soluciones para minimizar sus efectos. Algunas de ellas son:
- Favorecer la conectividad con el uso, entre otros, de corredores biológicos. Estos corredores se tratan básicamente de drenajes, viaductos, pasos inferiores y superiores, etc. Pero sólo resultarán efectivos cuando están diseñados adecuadamente para los diversos requerimientos de la fauna. La situación es diferente en los distintos grupos animales, así por ejemplo:
- Los carnívoros son los que más suelen utilizarlos.
- Los mamíferos de pequeño tamaño también los usan con bastante frecuencia.
- Los ungulados son reacios a usar pasos, a excepción de los que sean muy amplios.
- En el caso de anfibios y reptiles, a pesar de encontrarse muy afectados por el efecto barrera, no tienen mucha tendencia a utilizar corredores.
- Construcción de viaductos o túneles ferroviarios. A la hora de proteger una zona de la fragmentación de hábitats, se puede optar por soterrar determinados tramos para eliminar completamente el problema o construir viaductos que, si bien generan impacto paisajístico, reducen eficazmente los efectos de este problema.
- Minimizar efecto borde. No existe una forma específica para minimizar este efecto. Una de las recomendaciones es la repoblación con especies vegetales de la zona de manera que se favorezca la permanencia y repoblación de las especies animales que forman parte del ecosistema dañado a causa de la fragmentación del hábitat.
Por suerte, el ferrocarril (al ser su plataforma de menor anchura y generalmente más versátil que la carretera) tiene una mayor capacidad de aplicación de medidas correctoras relacionadas con la conectividad, principalmente con el uso de pasos inferiores, viaductos y drenajes. Esto, unido a un correcto trazado, puede evitar la fragmentación de hábitats de gran valor ecológico.