La compañía ferroviaria sudafricana Prasa quiere que las Euro4000 de Vossloh España (rebautizadas como Afro4000) sean devueltas a la fabricante tras denunciar supuesto fraude en el proceso de licitación.
La llegada de las Euro4000 destapó el escándalo
Todo comenzó cuando una joint venture de Vossloh España y la local Swifambo se hacían con una de las mayores licitaciones de los últimos años en Sudáfrica: la fabricación de 70 locomotoras diésel por un importe de 255 millones de euros que servirían para renovar la obsoleta flota del país africano.
Hasta ahí todo aparentemente normal si no fuese porque las 13 locomotoras Euro4000 (Afro4000 para Prasa) de Vossloh España que han llegado hasta ahora a Sudáfrica han probado ser incompatibles con la red ferroviaria del país por exceso de altura.
Ahí fue cuando saltaron todas las alarmas porque, ¿cómo podría una empresa pública encargar unas locomotoras que no pueden circular en su red?
¿Hasta qué punto está implicada Vossloh España?
Todo parece indicar que la adjudicación del contrato fue manipulada, estando orientada desde el principio a que la ganasen Swifambo y Vossloh España, según denuncia el presidente de Prasa.
Evidentemente, también hay implicados en la empresa pública: el ingeniero jefe Daniel Mtimkulu, que aparentemente ni siquiera es ingeniero, y el ex presidente de la compañía, Lucky Montana.
Ambos habrían estado directamente involucrados en el proceso fraudulento, así como la propia Swifambo, que podría haber sido creada sólo para hacerse con el contrato.
En este sentido, se han presentado documentos que demostrarían que Swifambo no tenía experiencia previa en el sector, ya que de hecho habría sido una transformación de una compañía que, bajo otro nombre, se dedicaba a conceder préstamos a los ciudadanos del ámbito rural.
Además, no habría existido ninguna joint venture con Vossloh España hasta después de haber sido seleccionada para fabricar las locomotoras. Y aquí es donde radica uno de los mayores problemas del caso: Swifambo habría presentado en la oferta la locomotora Euro3000 de Vossloh, que por dimensiones sí que podría circular por la red sudafricana, mientras que el pedido final se componía de unidades Euro4000, más altas.
Por el momento no se conocen más datos del proceso, tampoco si se realizará una investigación a Vossloh España. De momento, desde la filial sudafricana de la constructora no han querido hacer declaraciones.
Fuentes: Sunday Times y ABC.