- El cambio de horarios podría suponer un gran ahorro de tiempo para los usuarios y facilidades para las operadoras.
- La propuesta es que los horarios de los trenes sean regulares, pasando a intervalos de tiempo fijos.
- Aún queda estudiar a fondo los beneficios a largo plazo y los costes de implantación.
Alemania está pensando seriamente en cambiar los horarios de sus trenes de larga distancia, pasando de uno en base a la demanda a uno de intervalos. Una modificación que parece simple y que, sin embargo puede tardar 10 años en implantarse definitivamente.
Detalles y ventajas de los horarios propuestos
El principal objetivo del nuevo modelo de horarios sería optimizar las conexiones de los trenes de larga distancia, que pasarían en intervalos de 3o o 60 minutos, dependiendo de la ruta. En el informe de viabilidad que ha pedido Alemania, se estima que el cambio de los horarios podría reducir los tiempos de viaje entre 8 y 12 millones de horas al año, generando de 9 a 12 millones más de trayectos.
¿El motivo? que, además de reducir los tiempos de espera entre enlaces, los horarios a intervalos son más atractivos para los viajeros al ser más fáciles de recordar. Pero también para las operadoras serían una ventaja a la hora de planificar los recursos humanos y materiales, aportando mucha más regularidad.
Un proceso complicado
Lo que a muchos puede parecer un cambio sin importancia, es sin embargo una operación extremadamente complicada. Y es que, de llevarse a cabo (algo que aún no se ha decidido, ya que se deben discutir en profundidad los beneficios y las complicaciones), no se podría implantar del todo hasta 2025.
Y es que el tamaño de la red y las cuestiones interregionales harían que los nuevos horarios debieran implantarse por fases.
Fuente: Railway Gazette.