Cuando viajamos en coche, puede que se produzcan incidencias tales como atascos, carriles cortados o meteorología no deseada que desemboquen en restricciones en las carreteras. En el ferrocarril, para casos similares, se establece un tipo de marcha especial. Conocida como Marcha a la vista, requiere ciertos cuidados ya que debido a la longitud y masa del tren se tarda en frenar más que un automóvil.
Marcha a la vista en los trenes españoles
Se define como un tipo de marcha restrictiva en la circulación del tren o trenes que se ven afectados por incidencias en la vía, en las infraestructuras, mal clima, etc. Nunca se hace por iniciativa propia del maquinista. En la mayor parte de los casos es ordenada por el control de tráfico para que el maquinista preste una mayor atención de lo que puede encontrarse en el recorrido.
Este modo restrictivo no tiene una velocidad concreta establecida. Por lo tanto, el tren deberá circular a la velocidad adecuada acorde a las condiciones de la zona por la que circula.
Siempre que se pueda, se dará a conocer al maquinista el motivo de por qué tiene que emplearla, además de dar a conocer la naturaleza del obstáculo. Si por el motivo que fuera el tren no puede emplearla, se hace saber al personal de circulación, quien determinara la forma de actuar.
¿Cuándo se emplea?
Muchos son los casos en los que se debe prescribir la marcha a la vista. Algunos de ellos son:
- Reducida visibilidad por causas meteorológicas.
- Tránsito de personas sobre las vías.
- Caída o derrumbe de piedras de un trinchera.
- Dudas sobre la interceptación del gálibo en una vía férrea.
- Señales permisivas y de salida de una estación que estén apagadas, en parada o, por avería, no puedan dar paso. En las señales de salida que no puedan permitir el paso o se encuentren apagadas sólo se prescribe el rebase con marcha a la vista hasta la señal siguiente dependiendo de las condiciones y del tipo bloqueo al que pertenezcan.
Señales permisivas
Un caso en el que no se ordena la marcha a la vista y el maquinista debe emplearla según el reglamento, es el de las señales permisivas. Estas se encuentran solamente en bloqueos automáticos y son las únicas que permiten ser rebasadas en rojo (parada) pese que haya un tren ocupando el tramo de vía siguiente, espacio conocido como cantón.
Cuando un tren llegue a una señal permisiva y esta se encuentre en parada, el maquinista deberá detenerse ante ella para luego reanudar el viaje empleando la marcha a la vista hasta la siguiente señal. Ante la posibilidad de que el tren que circula delante pueda detenerse, la velocidad debe de ser lo suficientemente baja como para detenerse en condiciones de seguridad 50 metros antes de este.
Socorro de un tren
Hay un caso en el que este régimen sí tiene una velocidad límite, de 40 km/h. Se da cuando un tren tiene que socorrer a otro que se haya quedado inútil en la vía y no se sabe con exactitud en qué punto kilométrico se encuentra.
Si el tren al que se va a socorrer está localizado, se puede circular sin tener que ir marcha a la vista hasta 3 km antes de su posición, pero sin exceder los 40 km/h.
En otros países
No sólo en España se emplea este régimen. En otros países como Francia, Italia y Portugal, la marcha a la vista también está vigente en sus líneas y en sus reglamentos de circulación. Solo que, en estos países, tiene en todos los casos una velocidad máxima de 30km/h.